jueves, 19 de diciembre de 2013

¿Es legal el sistema hipotecario español? Las dudas regresan.


Las dudas acerca de la legalidad del sistema hipotecario español vuelven a estar de moda.

El turno le ha tocado ahora al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Marchena (Sevilla), que no está conforme con la previsión de la norma que limita los intereses de demora a 3 veces el interés legal del dinero -fijado este año en el 4 por ciento- y ha vuelto a acudir a la Justicia europea para comprobar que la Ley no vulnera los derechos que el Derecho Comunitario ofrece al consumidor.
 
El juez Ruiz de Lara no deja lugar a dudas: entiende que la Ley 1/2013 "no otorga la adecuada protección al consumidor, e impide la aplicación de la sanción de nulidad de la cláusula de interés de mora cuando sea abusiva". En su auto -dictado el 16 de agosto y que el Consejo General del Poder Judicial publicó ayer-, censura que la norma impone "una moderación de cuantía en cláusulas abusivas de intereses moratorios que no resulta conciliable con la obligación del juez nacional de declarar la nulidad de las cláusulas abusivas para protegerle".
 
Y ello a pesar de que la Ley 1/2013 introdujo, entre otras cuestiones, el control judicial de oficio ante posibles cláusulas abusivas en los procedimientos de ejecución hipotecaria, tal y como demandaba la Justicia de la UE. Así, para Ruiz la norma que el Ejecutivo aprobó, precisamente, para acallar las críticas del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) -plasmadas en su sentencia de 14 de marzo en la que aseguró que el procedimiento de ejecución hipotecaria español va en contra de la normativa europea, por no proteger suficientemente los derechos del consumidor- podría seguir violentando la Directiva 93/13/CEE sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados entre consumidores y profesionales y la jurisprudencia del TJUE. Moderar una cláusula.
 
En consecuencia, también pregunta al TJUE si cuando un juez nacional aprecie la existencia de una cláusula abusiva relativa a interés moratorio en préstamos hipotecarios debería proceder a declarar su nulidad y su carácter no vinculante o, por el contrario, debe moderar la cláusula de intereses dando traslado al ejecutante o prestamista para que recalculen los intereses.
 
A este respecto, para el juez español, de aplicarse la Disposición Transitoria Segunda de la Ley, que es la que impone la aplicación del citado límite a los intereses de demora para los que se devenguen con posterioridad a su entrada en vigor, "se obligaría al Juzgado a moderar una cláusula de interés de mora abusiva que en modo alguno puede vincular al consumidor". En su opinión, y en base a la jurisprudencia del TJUE, declarada abusiva una cláusula relativa a los intereses moratorios reclamados, ésta "sería nula de pleno derecho y se tendría por no puesta".
 
Y es que, sostiene que "queda vetada al juez nacional, por ser contrario al Derecho de la UE, la posibilidad de moderar los intereses moratorios" y, en consecuencia, "la cláusula habría de tenerse por no puesta, sin posibilidad alguna de integrar judicialmente el contrato". Por ello, considera que esta Disposición "supone un obstáculo para el ejercicio de acciones o recursos judiciales que garanticen la tutela efectiva y el control de oficio de las cláusulas abusivas por parte del juez nacional, como tiene establecido el TJUE (...) al imponer una suerte de moderación obligatoria de aquellas cláusulas de intereses moratorios que son abusivas". Jurisprudencia "tergiversada" Asegura Ruiz en su auto que la Ley 1/2013 tampoco otorga la adecuada protección al consumidor "de acuerdo con los principios de equivalencia y efectividad", al tiempo que "tergiversa de manera flagrante" la jurisprudencia comunitaria, "e impide la aplicación de la sanción de nulidad de la cláusula".
 
 El juez de Marchena ha planteado la cuestión prejudicial ante una ejecución hipotecaria del BBVA contra unos particulares, en cuyo contrato figura un interés de demora del 19% anual en caso de impago. El juez apreció entonces que ese 19% incluido como cláusula en el contrato suscrito es abusivo, por ser "del todo desproporcionado, incluso si se compara con otros intereses de la época en la que se firmó el contrato".

jueves, 31 de octubre de 2013

Una brecha legal permite arrebatar la hipoteca revendida a un fondo buitre


Artículo de Pilar Blázquez publicado con fecha 29 septiembre 2013.

 
El derecho de retracto permite a los endeudados recomprar su crédito con el mismo descuento con que lo ha adquirido el fondo buitre.

La ley es muy estricta y sólo da nueve días de margen para ejercer este derecho.

BFA-Bankia es una de las entidades que más créditos fallidos ha pasado al banco malo.

Cómo se alimentan los fondos buitre de los créditos basura de la banca española:

Los fondos buitre están de caza en España. Desde enero de 2012 hasta el pasado mes de agosto estos inversores internacionales se han hecho con la propiedad de 17.000 millones de euros de préstamos (al consumo e hipotecas) con problemas de impagos. Como ya contó eldiario.es, sus poderosas tácticas de negociación y unos cambios legislativos a su favor les han llevado a conseguir grandes descuentos de los bancos que en muchos casos superan el 80% del precio original de esos créditos. Un negocio redondo si consiguen, como suele ser habitual, que los deudores satisfagan sus deudas. Pero que se les puede complicar gracias a un resquicio legal que algunos abogados ya están aplicando.

¿Se imaginan plantarle cara a esos fondos y exigir que esa sustancial rebaja de su hipoteca se la apliquen a usted en lugar de a un fondo internacional? Pues aunque parezca ciencia ficción eso es posible ya que la legislación española ofrece una herramienta para hacerlo: el derecho de retracto. "Está recogido en el artículo 1535 del Código Civil. En él se reconoce el derecho del propietario de un crédito litigioso a extinguirlo por el mismo precio al que ha sido vendido", explica el abogado Antonio Valenciano, presidente de la Asociación Nacional para la Defensa Efectiva del Trabajador (Andet). Es decir, en el supuesto de que el crédito contraído con el banco fuera de 100.000 euros y el fondo buitre lo hubiera comprado con un descuento del 80%, el propietario podría saldarlo abonando esos 20.000 euros (el tema de las costas e intereses dependerá del criterio del juez) y el fondo internacional que lo compró se quedaría compuesto y sin crédito.

"La razón por la que se estableció esta posibilidad es que el sistema jurídico es contrario a la especulación con litigios y se querían evitar situaciones como lo que está ocurriendo ahora en la Sareb (el llamado banco malo)", asegura el abogado Fernando Zunzunegui.

Cómo hacerlo

Pero que sea posible no significa que sea fácil. Hay que cumplir una serie de requisitos y ser muy, pero que muy rápido en la toma y ejecución de las decisiones.

Por un lado, no todos los deudores pueden hacer esta reclamación."Para acogerse a este derecho, debemos estar ante un crédito litigioso", advierte Mercé Caral, socia del despacho Jausas Legal. Es decir, que deudor y acreedor estén enfrentados en los juzgados por el crédito en cuestión. El segundo de los requisitos es hacerlo en el plazo adecuado, que la ley fija en unos escasos nueve días naturales desde que el nuevo acreedor reclama la deuda.

Aquí es donde comienzan los verdaderos problemas. "La opacidad es la principal dificultad de este proceso. Hay centenares de miles de hipotecados que ni siquiera saben que sus deudas han sido vendidas a estos fondos internacionales", advierte Zunzunegui. En algunos casos, el banco español incluso sigue siendo el que pasa la cuota mensual de la hipoteca y todo transcurre como si no hubiera cambiado nada, como le ocurrió a un matrimonio de Vigo, cuya historia reflejó el diario Altántico.

En otros casos, la notificación llega camuflada y es difícil de detectar. Lo saben muy bien quienes a principio de la década de los 2000 tuvieron problemas por no pagar sus recibos de telefonía o hipotecas. Esto de los fondos buitres es menos novedoso de lo que parece. En aquel momento algunos de los fondos internacionales que ahora están comprando las carteras de deuda a la banca ya hicieron negocio en España, y no sólo con la banca, también con las empresas de telefonía. Es el caso de Aktiv Kapital o Oko Investment, entre otros. Entonces su modus operandi consistió en enviar la notificación a los morosos con tan poca información que muchos ni sabían a qué se refería, hasta que meses después, aprovechando que no habían reaccionado, les exigían una deuda mucho mayor.

Cómo enterarse

Ahora su actuación tampoco destaca por el fair play. "No se presentan con el nombre con el que se les identifica en la prensa. Suelen contratar a una empresa intermediaria de recobro  para hacer la gestión, como puede ser Cobralia. Además, la redacción de la nota es tan confusa que cuesta identificar que se refiere a un cambio de acreedor", explica Valenciano. Según este abogado, en muchos casos la notificación es un carta más entre la maraña de papeles que suele colarse en los buzones. Es decir, no llega ni certificada, ni por burofax, por lo que puede pasar inadvertida.

Identificar cuanto antes el momento en que se informa al deudor es la clave. Dado el escaso tiempo para reaccionar, lo ideal sería haber contactado antes con un asesor legal. En el caso de no que no se pueda certificar una fecha concreta, este será un argumento más para presentar al juez y, tal vez, poder alargar los plazos. El otro dato difícil de identificar es la cuantía del crédito final. La ley no obliga a informar en esta notificación sobre el precio al que se ha hecho la transacción entre el banco y el fondo internacional, "Todo apunta a que los descuentos han sido muy fuertes, por lo que el deudor puede saldar su hipoteca a precios realmente bajos", comenta Zunzunegui.

"El afectado nunca va a saber a priori cuál es el precio al que el banco y fondo de inversión han hecho la transacción. Por eso se solicita al juez que sea él quien la requiera ", apunta Valenciano. Hasta ahora tres de sus clientes, que no quieren ser identificados, han conseguido liberarse de sus créditos por esta vía.

Esos precios de derribo junto al factor tiempo son otro de los puntos fuertes para plantar batalla a los fondos buitres. "Enrocarse en un procedimiento judicial en España les rompe su estrategia de comprar barato y vender rápido para conseguir beneficios", explican fuentes  del sector financiero. Por ello, a pesar de su fama de duros negociadores, abogados y financieros coinciden en que no es el peor de los momentos para negociar. " Son más proclives a aceptar la dación en pago o una quita en la deuda, porque tienen más recursos para revender la vivienda y más margen que los bancos para negociar a la baja", asegura Mikel Echavarren, consejero delegado de Irea.

Eso sí, no conviene lanzar las campanas al vuelo, las posibilidades de triunfo son proporcionales al monto de la deuda contraída. "Es más fácil negociar cuando la deuda es muy importante que cuando es pequeña", advierte Mercé Caral.

Perdidos. Triunfalismo de izquierda

José M. Roca, publicado en nuevatribuna.es con fecha 24 Octubre 2013

 
El gobierno del PSOE

Tras la crisis de UCD y el fallido cuartelazo de 1981, el PSOE llegó al Gobierno en 1982 y renovó la mayoría absoluta en 1986. Ambos eventos -la estabilidad institucional y la alternancia en el gobierno- eran pruebas de que el régimen político salido de la Transición se consolidaba, lo cual, unido a la entrada en el Mercado Común y a la permanencia en la OTAN en 1986, ofrecía garantías al capital extranjero para invertir en España con seguridad (la Bolsa subió el 108% respecto al año 1985).

Entramos en el Mercado Común aceptando nuestra condición subalterna como país de servicios, lo cual exigió nuevos sacrificios: la reconversión de la banca, que costó 1,6 billones de pesetas, la mal llamada reconversión industrial (minería, siderurgia, metalurgia, astilleros) y revisar a la baja las cuotas de producción de cereales, agrios, vino y aceite, las capturas de pesca y el tamaño de la cabaña ganadera, en favor de nuestros socios, para dedicarnos a los servicios.

La desindustrialización, llevada a cabo contra la resistencia de los trabajadores -Sagunto, febrero 1983; Bilbao, noviembre 1984; Reinosa, abril 1987; huelga general, diciembre 1988-, se justificó como un ajuste necesario para racionalizar la economía y hacerla competitiva. Lo importante era estar en el Mercado Común, después ya veríamos. Y además nos iban a pagar por ello. Y llegó el dinero, claro, pero creó la perspectiva de cobrar por no trabajar, porque trabajo no había; la reconversión industrial era convertir a los empleados en parados. Para reconvertir el sistema productivo eran necesarios otros dirigentes políticos y otra clase empresarial, de los cuáles carecíamos. Pero con todo, España era, por fin, un país europeo, moderno y funcional aunque con un Estado del bienestar más mediocre, lo que permitió quitarse el complejo de inferioridad: ya éramos un país como los otros, incluso mejor, pues habíamos superado varias difíciles pruebas en poco tiempo. Y Franco era una anomalía en un país con una trayectoria similar a los de su entorno.

Con un gobierno joven, estable y progresista y el clima de opinión preparado por la frivolidad de la movida, el pensamiento débil y los valores materialistas e individualistas de la revolución conservadora, que llegaban de Estados Unidos y Gran Bretaña, España entraba de golpe en la postmodernidad sin haber sido plenamente moderna. A España no la va a reconocer ni la madre que la parió” había vaticinado Alfonso Guerra. Y tenía razón: quemar etapas es lo nuestro.

Mientras el homo faber estaba parado, el homo y la mulier ludens ocuparon la calle. España estaba de fiesta; era un país alegre, que estaba de moda. Cool Spain. Con otro golpe de péndulo, de la dictadura a la movida, España seguía siendo bastante different.

Pronto surgieron públicamente los signos que mostraban la superación de la crisis: grandes financieros, nuevos emprendedores, meteóricos empresarios, la nueva especie de los ricos de izquierdas, la gente guapa exhibiendo su poder y su riqueza, las rápidas fortunas (pelotazos), los escándalos, los empresarios chungos (De la Rosa, los Albertos, Conde, Ruíz Mateos, Cisneros, Piqué, Prado, Santos, etc) y la corrupción en los partidos políticos (Filesa, Guerra, RENFE en el PSOE, caso Naseiro en el PP, Prenafeta en CiU, tragaperras en el PNV) y en la cooperativa PSV de la UGT, pues en España era fácil hacerse rico, según el ministro de Hacienda. Incluso era posible morir de éxito, advertía un satisfecho Felipe González.

La rápida erosión del tibio proyecto socialdemócrata, la prepotencia y los abusos de la nueva élite social aglutinada en torno al Gobierno y la utilización partidista que hizo el PSOE de las instituciones del Estado para entorpecer la investigación sobre la corrupción y el terrorismo de Estado, facilitaron la tarea de oposición del Partido Popular. No obstante, junto a estos vicios, asociados en buena medida al crecimiento económico de la segunda mitad de los años ochenta, el Gobierno del PSOE construyó muchas infraestructuras, aumentó las prestaciones sociales y la oferta pública de viviendas relativamente baratas y extendió, aunque de forma más modesta que en Europa, tres servicios públicos -sanidad, educación y pensiones- a toda la población. Si bien es cierto que en los últimos años, extraviado ya el impulso reformista y perdido el contacto con la sociedad, se limitó a aferrarse a lo ya realizado y a defenderse de las acusaciones de corrupción, deteriorando la vida pública.

No importa el color del gato, con tal de que cace ratones, fue una frase del dirigente chino Deng Siao Ping, el pequeño timonel que hizo de la China comunista un gran país capitalista, y que Felipe González utilizó para mostrar el pragmatismo del desvaído programa socialdemócrata, pero, ¿qué opinaban los ratones?

La etapa triunfal socialista culminó en los grandes fastos y grandes gastos de 1992, debidos a la celebración de tres eventos con gran repercusión mediática: la Exposición Universal de Sevilla, ciudad unida a Madrid por la primera línea de tren de gran velocidad (AVE), los Juegos Olímpicos de Barcelona y el Vº Centenario del Descubrimiento de América. Este alarde económico -no de uno, sino de tres grandes eventos simultáneos (somos postineros)-, concluyó en una recesión, que obligó al Gobierno a efectuar un duro ajuste económico y a devaluar la peseta.

En 1996, los ratones decidieron cambiar de gato: el PSOE, encastillado en el poder pero falto de ideas, desgastado y salpicado por varios casos de corrupción y por otros asuntos muy feos (GAL, Roldán), perdió las elecciones generales por un corto margen de votos, que sus dirigentes interpretaron como una derrota dulce; no supieron ver el amargor a largo plazo que encerraba la precaria victoria de Aznar.

La reforma necesaria, la reforma que el PP no se atreverá a acometer


Artículo de José Antonio Gómez, publicado en nuevatribuna.es con fecha 24 Octubre 2013.

 
Ya cansa el machacón discurso de la Recuperación. Cansa porque es falso, porque es el modo en que el Partido Popular piensa que los españoles no les castigaremos en las urnas (la única instituciónn democrática en la que creen). Cansa porque la Recuperación es para las élites y los mercados. Cansa porque es el discurso del fracasado que se lanza como un kamikaze en busca del éxito que no supo alcanzar con buena praxis. En fin, que piensan que los españoles somos gilipollas, tal y como piensan los partidos ultraconservadores del pueblo al que gobiernan o al que piensan gobernar porque sólo de esa manera se puede entender que tengan la desvergüenza de presentarse a unas elecciones con un programa que cualquier persona con un mínimo de raciocinio sabía que era una patraña.

La recuperación de la que tanto alardean ahora los ministros, el Presidente del Gobierno, los Presidentes Autonómicos del PP, los Alcaldes del PP o los miembros de la Ejecutiva de Génova más de lo mismo: mandar mensajes optimistas sobre la mejora económica que puedan calar en el pueblo y así tener un argumento que suavice la mala gestión que están haciendo. Posiblemente sea cierto que la economía española esté mejorando, que, como dijo el Banco de España, se haya salido de la recesión técnica con un pírrico y ridículo crecimiento del 0,1%. Es posible que las exportaciones estén soportando ese mezquino crecimiento mientras el mercado interno se desmorona. Es posible que en un gran titular los datos de la EPA digan que el desempleo en España haya bajado en 72.800. Posiblemente la Prima de Riesgo se haya estabilizado y la financiación de la deuda es más baja. Sin embargo, el mantra de la recuperación es una nueva falacia del Gobierno de Mariano Rajoy, porque ¿para quién es esa recuperación? ¿Quién se está beneficiando de esa recuperación? Desde luego ni los trabajadores ni los ciudadanos de a pie son quienes se están aprovechando de esa recuperación. Se benefician las grandes empresas, los especuladores de los mercados, la banca y las grandes fortunas. El dato lo encontramos en el incremento de millonarios en un 13%, dato que se puede contrastar con los más de 3 millones de personas que han caído en la pobreza severa. Esta es la España de Rajoy: los ricos más ricos y los trabajadores empobrecidos hasta niveles de países en desarrollo.

Hasta el día de hoy todas las reformas del Gobierno de Mariano Rajoy para combatir la crisis económica han ido en contra de la clase trabajadora, de las clases medias, de las pequeñas y medianas empresas que, por una cuestión del principio de vasos comunicantes, han beneficiado a las grandes empresas, a la banca, a los mercados y a las grandes fortunas. Estas medidas, como se puede comprobar en los resultados en la economía real, no en la economía de los grandes centros y la que se maneja en los mercados. Mariano Rajoy ha implementado medidas y reformas solicitadas por la Troika, por la banca, por los empresarios fijándose en el modelo alemán que salió de la crisis económica provocada por la Unificación. Sin embargo, aplicar esas medidas en un país con un tejido empresarial basado en la PYME y no en la gran industria, como ocurre en Alemania, es suicida, como se está demostrando.

La reforma pendiente, la que no se atreverá a crear Mariano Rajoy porque atentará contra los intereses de los que le sostienen, debe estar basada en la generación de puestos de trabajo. Esto parece de Perogrullo, pero, al parecer, el gobierno del Partido Popular no lo entiende. La reforma pendiente y la creación de empleo olvidándose de la ratio de crecimiento del PIB es la implementación de medidas que consigan devolver a este país que las empresas han deslocalizado en países de economías emergentes o en países con regímenes laborales cercanos a la esclavitud, países que se están convirtiendo en el ejemplo a seguir para atraer inversiones extranjeras por la precarización del empleo y de los salarios.

Pondré como ejemplo el sector de la Atención al Cliente o Contact Center. Las grandes compañías en España tienen deslocalizado un 80% de su actividad en países de Hispanoamérica. Una compañía de telefonía, para cubrir sus necesidades de atención telefónica a sus clientes precisa, actualmente, de más de 6000 puestos de tele operación, sin contar con los puestos dedicados a actividades comerciales. Si multiplicamos estos puestos por 2,3, que es el número de turnos que se realizan por puesto tenemos un total de 13800 puestos de trabajo, de los cuales está deslocalizado un 80%.

Si el gobierno de Rajoy hiciera como se ha hecho en otros países europeos y obligara a que los servicios de atención al cliente se ofrezcan en España se recuperarían cerca de 300.000 puestos de trabajo, sin apenas inversión por parte de las empresas, dado que la gran inversión ya la hicieron cuando deslocalizaron.

En el sector industrial ocurre lo mismo y ahí el impacto es mayor dado que se absorberían puestos de trabajo que podrían ejecutar aquellas personas que en un momento se dedicaron a la construcción y que actualmente no encuentran salidas, además de ser el mayor número de parados de larga duración. Las empresas españolas han deslocalizado cerca de 1.000.000 puestos de trabajo en países emergentes y del Este de Europa que se podrían ejecutar aquí si el gobierno pusiera las medidas adecuadas e incentivara a las empresas a que retornaran sus actividades.

En el sector servicios, aunque no lo parezca, también están deslocalizadas actividades, aunque no de modo tan exagerado y se calcula que son apenas 50.000 puestos de trabajo que inciden en España y que se ejecutan desde países de Hispanoamérica o India. Tales puestos están referidos a servicios contables o a servicios informáticos.

En el sector primario estamos a cero, prácticamente. La agricultura y la ganadería española está abandonada y ahí sí que hay un nicho importante siempre que el gobierno de Rajoy lo quisiera incentivar dando a los productores sistemas por los cuales estas actividades sean atractivas, tanto a nivel del trabajador como del empresario. Un estudio realizado por asociaciones y partidos ecologistas calcularon que se podrían generar más de 1.000.000 de puestos de trabajo con una serie de reformas que incentivaran la reactivación del sector primario.

Ante esta perspectiva nos encontramos con que 2.500.000 de puestos de trabajo que se podrían estar realizando en España se ejecutan fuera del país o, simplemente, no se generan. Con esta cantidad de puestos de trabajo el Estado se ahorra una cantidad cercana a 1.500 millones de euros mensuales en prestaciones de desempleo y la Seguridad Social recaudaría una cantidad aproximada de 700 millones mensuales. Con estas cantidades el Estado no tendría que realizar la labor de destrucción de las clases obreras y medias.

Sin embargo, no se está haciendo nada de esto. Sólo se mantienen políticas de recorte y de austeridad cuando la solución está ahí. Si trayendo a España lo que está fuera se puede eliminar casi la mitad de los empleos perdidos, ¿por qué no pone el gobierno de Rajoy los medios para que esto sea así? Se trata de soluciones que se pueden aplicar en el corto plazo y que con ayuda institucional los empresarios se pondrían a ello. Y aunque las empresas tuvieran que invertir algo y renunciar a parte de sus márgenes de beneficio, ya es hora de que el ataque se centre en las élites y no en los más débiles.

Sin embargo, Mariano Rajoy no se atreverá a esta reforma y seguirá mintiendo sobre una recuperación macroeconómica que no se nota en la economía real y que, por supuesto, le importa muy poco que no se note.