miércoles, 15 de mayo de 2013

NO PODEMOS OLVIDAR TAN FACILMENTE


Decía Goebbels, ministro de propaganda de Hitler, que una mentira repetida cien veces termina siendo una verdad, y escuchando a ciertos políticos, no parece descabellada tal afirmación.

Nos repitieron y prepararon, machaconamente, que en Irak había armas de destrucción masiva, que el mundo estaba en peligro, que era inevitable intervenir para preservar el futuro de la humanidad. Apoyaron su estrategia apelando al bolsillo, diciendo que además conseguirían bajar el precio del petróleo.

Comprobamos, con horror, que nada era cierto, que masacraron a un pueblo sin darles alternativa, miles de niños, mujeres, civiles de toda condición siguen pagando con su vida la codicia de unos pocos para los que siempre ha valido todo con tal de preservar sus intereses. Por cierto el petróleo rondaba los 30 dólares, hoy los 100.

Irresponsablemente pusieron a nuestro país en el ojo de mira del terrorismo islamista y pagamos un alto precio por ello; 192 ciudadanos de a pié pagaron el mas alto tributo, su propia vida.

La salida ante el mas grave error político en la historia contemporánea de España, fueron casi cuatro años de siembra de dudas por aquello de “mantenerla y no enmendarla”. Ha sido ETA, ha sido ETA, ha sido ETA. Daban igual las evidencias, había que repetirlo cien no, mil veces. Utilizaron y usan todo el poder mediático que siempre ha caracterizado a cierto sector ultramontano de nuestro país, minoritario, por cierto, pero con gran poder persuasor sobre mucha gente de buena voluntad.

La pérdida de las elecciones, nunca asumida, la centraron exclusivamente en “conspiraciones y contubernios”, olvidaron que entonces también teníamos dos millones de inmigrantes sin papeles, trabajando en economía sumergida y superviviendo como podían, pues la política era la del avestruz, no ver para no tener el problema.

Se nos intentaba inculcar que ante la situación insostenible del sistema, debíamos ir pensando en planes de pensiones privados, pues dieciséis millones de trabajadores no permitían su sostenibilidad.

Con las autonomías era todo un poema, pasaron del “Pujol, enano, habla castellano”, ha hablar ellos catalán en la intimidad, cuando los necesitaron, haciendo mas concesiones en cuatro años que las realizadas por el gobierno de Felipe González en trece. Eso si, una vez conseguida mayoría absoluta llegaron a tensar la cuerda de tal forma que por no existir no habían siquiera contactos con los presidentes autonómicos, crispando las relaciones institucionales al máximo.

Durante cuatro años, la extrema derecha, adueñada del Partido Popular, negó sistemáticamente el pan y la sal a todo por norma. Incomprensiblemente para la mayoría de los españoles, que deseando el fin de tanta muerte inútil, habíamos aprobado las negociaciones anteriores con la banda criminal ETA, a los que por cierto Aznar llego a denominar “Movimiento Nacional de Liberación Vasco”, asistimos boquiabiertos a como los representantes del principal partido de la oposición, hacían de esto su principal bandera, negando al gobierno salido de las urnas el derecho a intentarlo.

Durante cuatro años, estuvieron repitiendo mil veces los mismos argumentos, fueron incapaces de pedir perdón por tantas barbaridades, manteniendo su prepotencia habitual, su falta de humildad en el reconocimiento de errores, que suele ser lo que hace grande a nuestra especie.

A veces tenemos la sensación de que estos minoritarios sectores se alegran y desean que pasen cosas graves para utilizarlos como arma arrojadiza, por aquello de que “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

Será casualidad, o no, pero lo cierto es que, con el cambio de gobierno, en la primera legislatura del mismo, consiguieron integrar la inmigración ilegal existente en el mundo laboral fortaleciendo el sistema, al pasar de dieciséis a veinte millones de cotizantes, afianzando el futuro; se multiplicó por diez el fondo de la Seguridad Social, pasando de cinco mil millones a casi sesenta mil, garantizando el sistema público de pensiones. Con mala o buena reforma laboral, la anterior, mantuvieron el desempleo alrededor del 8,5%.

Es a partir de la segunda legislatura, con la negación permanente de la evidencia de la crisis, incapaces de entender lo falso de la sustentación de la economía, donde el sector inmobiliario representaba un 18% del PIB, que permitía una financiación ilimitada de organismos públicos, donde el anterior gobierno Zapatero cava su hecatombe.
    
Desbordado por una crisis sistémica, que niegan machaconamente y que hace más dramática la interna por derrumbe estrepitoso, ante la aceleración de acontecimientos, de sobra conocidos que destruyen las apariencias de un sistema financiero montado sobre cimientos de barro, pero vendido como excelente y robusto.

Con una situación incontrolada, y que empieza a ser dramática por crecimiento desmesurado del empleo, dando una imagen de improvisación y rodeados de problemas en todas las economías del entorno, que nos hacen ver la no salida a ningún nivel, las promesas de cambio y mejora de todo, “mañana mismo”, llevan a un resultado electoral de magnitud tsunami, dando al actual gobierno Rajoy una mayoría absoluta, que la población entiende necesaria para no tener cortapisas en las medidas a tomar, tendentes a sacarnos del caos.

Conseguido el poder, y tras solo un año de gobierno, se hace evidente lo que siempre sabíamos. La situación se escapa de las manos, aún mas, dados los personajes al frente de la cosa pública. Incumplen todo lo prometido, antes, durante y después de las elecciones, practicando, ante la falta absoluta real de programa alternativo válido para la situación, una política de sumisión a intereses que no son los nuestros, aplicando medidas, que lejos de mejorar, empeoran muchísimo más la situación, cuando no, intentan pudrir los problemas, simplemente dejándolos al tiempo.

No es bueno que la alternativa de gobierno al partido socialista sea la ultra derecha, necesitamos urgente un partido de derechas moderno, coherente, que equilibre en todo momento el fiel de la balanza. Lamentablemente, hoy no es posible. Para que lo sea, debería imperar la cordura en el Partido Popular, miles de simpatizantes del mismo deben reflexionar al respecto. No pueden estar al frente, quienes con sus actos anteriores y su forma de pensar, donde todo vale, han llegado a crispar la vida nacional irresponsablemente, cien y mil veces para tapar sus gravísimos errores, eludiendo sus personales responsabilidades. Solo un varapalo electoral permitirá, en la oposición, recomponer el P.P., excluyendo del mismo a quienes, haciendo bueno aquello de “dime de que presumes, y te diré de que careces” pregonan ser mas demócratas que nadie, mas constitucionalistas que nadie, cuando en su día, incluso, votaron en contra de nuestra Carta Magna.

Pero, he aquí, que llevada la situación prácticamente al límite, la desazón y hartazgo de la gente, al ver practicar las mismas políticas de sumisión ante banqueros e intereses financieros internacionales, por parte de ambos partidos gobernantes, lleva a la conclusión, de que son los mismo uno que otro, cuestionándose la eficacia del voto a ellos, haciendo más imprevisible el resultado de cualquier consulta electoral a futuro.

Debemos, todos, reflexionar y plantearnos, sin ataduras ni complejos electorales que esto no puede continuar más tiempo, que es necesario buscar alternativas que devuelvan la dignidad y su espacio a las personas, por encima de intereses sectarios y de clases. Pararnos ante el miedo al miedo solo nos conducirá a perpetuar situaciones de, privilegios indefendibles de unos, frente a insostenibilidad de injusticias para con la mayoría de la población.

No podemos permanecer impasibles mientras todo se degrada en base a criterios dogmaticos redentores, que paso a paso, van desmontando el estado de bienestar conseguido con gran esfuerzo, a cambio de un supuesto saneamiento a futuro, que encubre apetencias privadas en hacer de lo público grandes negocios y el mantenimiento de control y dominación por grandes fortunas.

2 comentarios:

  1. Tu paseo por ese camino que lleva a la actualidad me parece muy comprensible.

    Un saludo

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  2. Lo que usted dice es justo como lo veo yo. Se ha llegado a este extremo por la manipulación masiva de la opinión pública que consigue el pp con ayuda de sus multimedios repitiendo de forma machacona sus argumentos construídos que no son argumentos sino descalificaciones de todo lo que no se adhiera a su doctrina y crispando las relaciones sociales. Esta mayoría masiva que ha conseguido, por lo menos ayuda a que, de forma clara y transparente y ya sin su máscara democrática, salga a la luz su "verdadero yo". El problema es la falta de alternativas al pp y psoe pero esto también es algo positivo que saldrá de esta crisis. Lo que hemos de conseguir es que una mayoría clara apoye estas alternativas.

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