lunes, 7 de noviembre de 2016

PIB real vía gasto -17%. ¿Y ahora qué?

España camina firmemente hacia la suspensión de pagos, fruto de un despilfarro público que crece sin pausa, financiado con la mayor burbuja de deuda de nuestra Historia, mantenida gracias al BCE.  

Artículo conjunto de R. Centeno, J.C.Barba, J.Laborda, J.C.Bermejo publicado en blog vozpopuli de fecha 07.11.2016.


Hace pocas semanas el ministro Luis de Guindos publicó un inaudito auto panegírico titulado “España amenazada”, que es un auténtico insulto a la inteligencia. Explica cómo se “salvó” España del rescate, cuando fue un error histórico para devolver a las cajas alemanas hasta el último euro a cambio de préstamos ilimitados del BCE, lo que ha elevado en 603.000 millones la deuda total, el mayor crecimiento de deuda de nuestra Historia; cómo “cortaron la sangría del déficit”, cuando han incumplido cada año todos los objetivos fijados por Bruselas siempre por goleada; o cómo desde entonces no paramos de crecer, ¡un 2% en cinco años!

España camina firmemente hacia la suspensión de pagos, fruto de un despilfarro público que crece sin pausa, financiado con la mayor burbuja de deuda de nuestra Historia, mantenida gracias al BCE con su disparatada política de expansión monetaria a tipos de interés cero y sin control alguno, lo que aparte de hacer desaparecer cualquier incentivo de reformas, llevará a la ruina a varias generaciones de españoles durante los próximos 50 años. Y mientras tanto tenemos un modelo productivo tercermundista (en el nuevo gobierno hasta se eliminado el ministerio de Industria) de especuladores y camareros, con un mercado laboral donde la mayoría de los empleos creados son temporales y con remuneraciones de 600 euros, la mayor caída salarial que se recuerda, algo que contrasta con la cifra conocida el viernes del mercado laboral en EEUU con las mayores subidas salariales en 7 años y un 4,9% de paro. Y todo ello completado con un sistema de pensiones quebrado y un sistema financiero insolvente.

Y es precisamente ante este Himalaya de mentiras que los abajo firmantes, economistas y profesores independientes autores de numerosos trabajos y textos de enseñanza, pero sobre todo con más predicciones acertadas sobre la evolución de nuestra economía que ningún otro colectivo o institución (desde el FMI a la Comisión Europea o los Servicios de Estudios Bancarios) algo fácilmente comprobable en las hemerotecas, publicamos en junio un cálculo del PIB, en el que se demostraba como el real difería del oficial en un 18,7 %, una diferencia enorme que cambia totalmente nuestro futuro económico y que exige drásticas decisiones de recorte del despilfarro público, como el acabar con las duplicidades entre AAPP, miles de asesores inútiles (Rajoy tiene 2.500 en Moncloa, frente a 600 Obama, 400 Merkel o 250 Theresa May) o la desastrosa gestión de la Sanidad y la Educación, cuyo costo se ha disparado un 60 % desde que fueron transferidas a las CCAA mientras la calidad caía en picado.

Estimación del PIB a través del gasto total

En la presentación en Bruselas, hicimos llegar a las personas más representativas de la Comisión y las instituciones europeas el resultado de nuestros cálculos, y recibiríamos dos respuestas a las mismas. La primera de Martin Shultz Presidente del Parlamento, y la segunda firmada simultáneamente por Pierre Moscovici, Comisario para Asuntos Económicos y Valdis Dombrovskis, Vicepresidente de la Comisión, lo que significaba el punto de vista de la Comisión. Interesadas ambas en una ampliación de los datos aportados para comprobar su veracidad. La ampliación pedida consistía en realizar el cálculo en las tres diferentes maneras de calcular el PIB, vía producción, vía rentas y vía gasto. Nosotros lo habíamos realizado sólo por la primera vía. La segunda, terminada hace tres semanas y publicada en estas mismas páginas arrojaba una diferencia entre PIB real y PIB oficial muy similar a la primera (18,3%), y la tercera vía gasto es la que acabamos de completar y ahora resumimos.

El cálculo del PIB a través de gasto (o de la demanda) suma el consumo privado, el público, la formación bruta de capital y el saldo del comercio exterior , y estos son los resultados medidos por indicadores independientes recomendados por su alta correlación con el PIB por el propio Ministerio de Economía.

1. GCFH: Gasto en consumo final de los hogares. La evolución informada por la Contabilidad Nacional (CN) es del -13,7%. Este dato se compara con tres indicadores. Excluimos la matriculación de automóviles ya que su caída ha sido exageradamente grande en el período y estimamos que distorsiona a la baja el dato. No obstante, hay que avisar que también puede haberse producido un ligero efecto en dirección opuesta por el gran peso del indicador de ventas de grandes empresas (consumo), ya que hay evidencias[1] de que las empresas pequeñas y medianas sufrieron mucho más la crisis que las grandes.

•Indicador 1. VGEC: Ventas en grandes empresas Consumo (0,74) [2]. Se observa una disminución en el período del 22,9% (2007-2013), ponderada el 26,3%.

•Indicador 2. DISPC: Disponibilidades interiores de manufacturas de consumo (0,61). Se observa una disminución del 31,1%, ponderada el 29,5%.

•Indicador 3. IVCM: Índice de comercio al por menor deflactado (0,58). La reducción observada es del 26,5%, ponderada el 23,9%.

La media ponderada de los tres indicadores es del -26,6%, que en nuestra opinión debería haber sido, como mínimo dadas las salvedades anteriormente expuestas, el valor informado en el macro agregado de la CN. Como el dato de GCFH en 2013 son 587.600 millones, el dato corregido son 499.766 millones. La diferencia son 87. 834 millones.

1. FBCFE: Formación Bruta de Capital Fijo en Equipo. La evolución informada en el período en la CN fue del -24,6%. En este caso el Ministerio de Economía recomienda dos indicadores altamente correlacionados.

•Indicador 1. DISPE: Disponibilidades interiores de bienes de equipo (0,82). La disminución observada fue del 42,7%, ponderada el 46,4%.

•Indicador 2. MVC: Matriculaciones vehículos de carga (0,69). La disminución observada fue del 74%, ponderada el 67,6%.

La media ponderada queda por tanto en el -57%. El dato de 2013 informado por la CN son 60.400 millones y el dato corregido debería ser 34.446 millones. La diferencia para 2013 son 25.954 millones.

1. FBCFC: Formación Bruta de Capital Fijo en Construcción. La evolución informada en el período es del -46,5%. Este dato se compara con tres indicadores recomendados por su alta correlación, como en los otros casos, por el Ministerio de Economía.

•Indicador 1. AFIC: Afiliados construcción (0,81). Se observa una reducción del 64,6%, ponderada el 81,4%.

•Indicador 2. CEM: Consumo aparente de cemento (0,61). La disminución de este indicador es del 80,8%, ponderada queda en el 76,6%.

•Indicador 3. VIS: Visados dirección obra nueva. Superficie a construir total (0,51). La disminución es del 91,8%, ponderada el 72,8%

La media ponderada de los tres indicadores es del -76,9%. Como el dato informado en la CN en 2013 son 105.800 millones, el dato corregido debería ser 45.682 millones. La diferencia en todo 2013 son 60.118 millones.

1. Saldo exterior. En el comercio exterior de servicios existe un buen ajuste con los datos ofrecidos por el BdE, sin embargo en el comercio de bienes observamos una diferencia sustancial en el saldo comercial informado por la Secretaría de Estado de Comercio y el que reseña el INE en las cifras de la CN, siendo en el primero 2.522 millones más negativo que el segundo

Por tanto, la diferencia total para 2013 son 176.428 millones, es decir, sobre un PIB de 103.1272 millones da una diferencia del 17,1% del PIB de 2013, que se ajusta aceptablemente bien a nuestros cálculos anteriores desde la perspectiva de la oferta y de las rentas. Como ya hemos comentado, es posible que la diferencia se deba a la deficiente ponderación de la mayor caída de las ventas habida entre las pequeñas empresas, así como a posibles desviaciones al alza del consumo de las AAPP, muy difícil de comprobar si no es con una auditoría completa. En todo caso la diferencia observada entre todos los indicadores analizados y la Contabilidad Nacional demuestra que existen graves problemas en la exactitud de la elaboración de esta, que pensamos que son suficientes como para justificar una auditoría independiente de la Contabilidad Nacional española, dadas las enormes implicaciones que tendría semejante corrección de los datos.

¿Y ahora qué?

Rajoy lo ha dejado meridianamente claro con su “nuevo” gobierno, donde los culpables del desastre económico de su legislatura siguen reforzados en sus puestos: incrementarán la desigualdad, aplastarán más aun a impuestos a los ciudadanos mientras mantienen intacto el despilfarro público, incumplirán todos los objetivos de déficit y seguirán hinchando la burbuja de deuda hasta que estalle como ocurrió con la inmobiliaria. Y mientras tanto seguirán haciendo todo para ocultar la verdad y seguir mintiendo hasta el final, empezando por elaborar unos Presupuestos que como todos los que han realizado serán mera ciencia ficción, y afirmando que crecemos al 3,1% cuando todos los indicadores de actividad y demanda, y los ingresos fiscales (descontando el efecto de la bajada de tipos) muestran que crecemos menos de la mitad de lo que afirman.

En nuestras cartas de respuesta esta semana a Moscovici, Shultz y Dombrovskis les demostramos a través de los tres procedimientos de cálculo del PIB, tal como nos habían pedido, la falsedad de las cifras oficiales, cuantificadas en tres anexos independientes para mayor facilidad de análisis por sus colaboradores. Cálculos que demuestran definitivamente y más allá de cualquier duda razonable que el PIB real de España es de unos 893.000 millones de euros en lugar de los 1,09 billones oficiales. Y las consecuencias son devastadoras: el ratio de deuda/PIB es del 173% y no del 100% oficial calculado con la deuda PDE, que no incluye la totalidad de la misma, y un PIB sobrevalorado. Eso significa que España se encuentra ya en suspensión de pagos. La presión fiscal es del 47 % y no del 38 % del PIB, casi a la cabeza de la UE, y si hablamos del expolio fiscal a las familias y al trabajo es ya el más alto no solo de Europa sino de la OCDE.

Adicionalmente les adjuntamos la evolución de los índices de actividad y demanda más correlacionados con el PIB (consumo de electricidad, de cemento, de gasóleo automoción, producción industrial, ventas grandes empresas, ingresos fiscales, etc) que se han desplomado desde 2015, y hacen imposible que estemos creciendo al 3,1%. No será Rajoy quien vaya a cambiar nada, aunque ya no hay margen y es imposible aguantar así otros cuatro años.

1. Central de Balances del BdE http://www.bde.es

2. En este indicador, como en el resto, la cifra entre paréntesis corresponde con la correlación indicada por el Mº de Economía con el correspondiente macro agregado de la CN. El enlace a la publicación se encuentra en http://serviciosede.mineco.gob.es/indeco/default.aspx Revisión de la metodología para el cálculo de los Indicadores Sintéticos de la Economía Española

martes, 1 de noviembre de 2016

Conexión austeridad e independencia de Bancos Centrales

Los miembros de los Bancos Centrales tienen un “background” alrededor de teoría neoclásica, que repudia en su inmensa mayoría el uso de la política fiscal y de la soberanía monetaria.

 Artículo de Juan Laborda en su blog Vozpopuli de fecha 30 octubre 2016.   

 

Detrás del actual “pensamiento único” o “consenso de Washington”, lo que se presenta como verdades indiscutibles, en realidad reflejan juicios de valor alimentados por la ideología dominante, en nuestro caso la neoliberal. Una de esas verdades indiscutibles es la necesidad de Bancos Centrales independientes, pero ¿para qué? Mi tesis es muy sencilla, quienes han dirigido esos Bancos Centrales han sido curiosamente los más destacados hooligans defensores de la austeridad y la devaluación salarial. Las razones van más allá de la incompetencia económica -desconocimiento de la naturaleza del dinero, por ejemplo-. Son los principales valedores de los intereses de clase dominante.
El consenso sobre la austeridad no se basa en ninguna comprensión lógica del sistema monetario moderno e ignora deliberadamente muchas de las opciones reales que están a disposición de los gobiernos emisores de moneda “fiat”. El pensamiento gregario dominante tiene un carácter destructivo al imponer recetas cuyos supuestos macroeconómicos fundamentales no se basan en la realidad.
Tras la ruptura de Bretton Woods en 1971, la mayoría de gobiernos empezaron a emitir sus monedas mediante decretos legislativos bajo un tipo de cambio flotante. Un tipo de cambio flexible libera a la política monetaria de tener que defender una paridad fija. Por lo tanto, las políticas fiscal y monetaria pueden concentrarse en garantizar que el gasto doméstico sea el suficiente para mantener altos niveles de empleo. Los gobiernos que emiten sus propias monedas ya no tienen que financiar su gasto, ya que los gobiernos emisores de moneda nunca pueden quedarse sin dinero. El culto a la austeridad se deriva de la lógica del patrón oro y no son aplicables a los sistemas monetarios “fiat” modernos. Entonces, ¿qué ocurrió?, ¿por qué se colocan las emisiones de deuda soberana en el mercado?, ¿por qué quiebran gobiernos soberanos como el griego?, ¿qué papel jugó la independencia de los Bancos Centrales en toda esta dinámica?
Desde el momento en que los emisores de dinero, los Estados, empiezan a ser gobernados democráticamente, las élites político-financieras decidieron sin titubear crear y difundir mitos que se han ido extendiendo, y que en el momento actual están muy arraigados en la intuición colectica. El objetivo no era otro que mantener sus privilegios convirtiendo la economía en una especie de religión. En primer lugar, ocultaron a la ciudadanía algo obvio, los Estados soberanos jamás pueden quebrar. En segundo lugar, promovieron la independencia de los Bancos Centrales justamente en el momento en que los Estados democráticos podían ejercer su plena soberanía monetaria y generar pleno empleo. El momento histórico en que surge el Consenso de Washington no es baladí, intentan evitar el ejercicio de la soberanía monetaria en defensa del pleno empleo en las democracias desarrolladas. Veamos como lo hacen.
Inicialmente, en diversos Estados soberanos, el Tesoro fijaba el tipo de interés y colocaba los bonos a los inversores. Si éstos no cubrían toda la oferta, el Tesoro procedía a un ajuste donde su banco central ajustaba los tipos y toda la emisión se cubría. El poder lo tenía el Tesoro, no el mercado. Ejemplos de esta política fueron Reino Unido, Canadá y Holanda. Pero este sistema no proporcionaba poder a las entidades financieras. Como consecuencia se substituyó por el de subasta actual, donde el poder reside en el mercado. Y es totalmente innecesario.
Con ello se pretendía, en primer lugar, y por encima de todo, limitar la eficacia de la política fiscal de los gobiernos. Michal Kalecki ya en 1943 en “Political Aspects of Full Employment” exponía tres razones por las que "a los hombres de negocio" o a las élites no les gustaba, y sigue sin gustarles, la idea de utilizar la política fiscal como instrumento de política económica. Hay que seguir manteniendo comportamientos y estructuras institucionales que limiten las capacidades de gasto de los gobiernos. Esto le da a la superclase un poderoso control indirecto sobre la política del gobierno, mientras permiten dar forma a los fundamentos de cierta ética capitalista basados en que te ganarás el pan con el sudor -a menos que tengas los medios privados suficientes-. Pero sobretodo permiten que el miedo siga desempeñando su papel como medida disciplinaria.
En segundo lugar, al pasar de un sistema donde el poder lo tenía el Tesoro a otro donde se traspasa al mercado, se genera un negocio brutal a favor de la superclase, las entidades financieras. Para ello se desregularon los mercados, de manera las entidades financieras pudieran actuar con libertad en el mercado secundario. Pero además se permitió que las entidades financieras crearan derivados a partir de la deuda pública. El negocio estaba servido. Todas estas dinámicas son partes consustanciales al proceso de financiarización de la economía global. Pero ya saben que estas fases terminan en depresión.
El papel de los bancos Centrales
La independencia de los Bancos Centrales se impulsa cuando se abandona el patrón oro y se impone el actual sistema monetario “fiat”. Por eso había que cortocircuitar que los Estados soberanos pudieran y debieran utilizar las políticas fiscal y monetaria para garantizar altos niveles de empleo. Uno de los instrumentos utilizados para ello fue promover la independencia de los Bancos Centrales, formados aparentemente por tecnócratas que evitarían el manoseo de los políticos, y actuarían en nombre del bien común. El problema es que los miembros de dichos Bancos Centrales tienen un “background” alrededor de teoría neoclásica, que repudia en su inmensa mayoría el uso de la política fiscal y de la soberanía monetaria. Pero además, en la mayoría de los casos, sus miembros están estrechamente vinculados al sistema financiero, y han sido copartícipes de las distintas burbujas financieras generadas en las dos últimas décadas y del rescate bancario a costa de la ciudadanía.