Artículo de
Juan López Torres publicado en nueva tribuna, con fecha 6 abril 2019.
Pablo Casado es un mentiroso y un
tramposo que se inventa las cifras para engañar a los españoles
En un
artículo anterior mencioné algunas de las mentiras recientes presidente del
PP y, en concreto, las que tenían que ver con su propuesta de bajar o
eliminar impuestos. Y otros economistas han hecho más o menos lo mismo.
Pero no sirve
de nada. Pablo Casado es un mentiroso compulsivo, alguien a quien no le importa
inventarse datos para tratar de descalificar a sus adversarios, a veces,
llegando a decir auténticas burradas, como la que voy a comentar enseguida.
Hace unos
días, hizo en Vitoria una serie de afirmaciones que son completamente falsas,
sin relación alguna con la realidad.
Dice Casado
que “la inversión ha caído un tercio en España, 13.000 millones menos de
inversión internacional”. Pero Casado miente. Esos 13.000 millones son la
diferencia entre el segundo y el tercer trimestre de este año, y esa cifra se
debe a que en el segundo trimestre de 2018 se registró una entrada
extraordinaria de inversión extranjera de más de 20.000 millones de euros, pues
una sola empresa recibió más de 14.000 millones ella sola.
La verdad de
la inversión extranjera es otra. Según los datos del Banco de España, su nivel
ahora es el más alto desde 2008: la inversión extranjera directa aumentó desde
los 6.700 millones registrados en 2017 hasta los 38.20 millones en 2018. La
inversión extranjera de cartera ha caído desde los 60.400 millones hasta los
36.800 millones en ese periodo pero este tipo de inversión es la puramente
financiera y más volátil.
Casado dice
que “el índice de producción industrial se ha desplomado un 10%”.
Pero Casado miente. En enero de 2019 (último mes del que hay datos) el
índice de producción industrial había aumentado unos 2,4 puntos porcentuales
respecto al año anterior. El índice general era del 105,313 en enero de 2018 y
en enero de 2019 el 107,166, según datos del Instituto Nacional de
Estadística.
Dice Casado
que “el consumo de los hogares se ha desplomado un 37%”. Pero Casado
miente y además dice una auténtica burrada, me refiero a que el consumo de los
hogares en el cuarto trimestre de 2017 fue de 170.097 millones, y en el último
trimestre de 2018 (según los últimos datos de la Contabilidad Nacional) 176.590
millones.
Lo que ha
dicho Casado sobre la caída del consumo de los hogares no es sólo una mentira
sino una auténtica burrada porque tendría que darse una guerra o algo peor para
que se diera una caída de esa magnitud.
Dice Casado
que “el sector de la construcción ha caído un 25%”. Y Casado miente. El
valor añadido bruto de este sector en el último trimestre de 2017 fue de 16.804
millones, en el segundo trimestre de 2018 de 17.604 millones y en el último de
2018 (últimos datos disponibles) de 18.390 millones.
Dice Casado
que “el consumo de bienes de equipo cayó un 2%”. Pero Casado miente. Sin
saber a qué concepto se refiere exactamente no se puede verificar lo que dice,
pero ese porcentaje del 2% sólo podría referirse (por aproximación) a la
variación en la inversión en bienes intermedios (no exactamente bienes de
equipo en su totalidad). La inversión en la totalidad de bienes de equipo ha
caído un 1,7% en el último trimestre de 2018 pero ha aumentado un 4,8% en todo
el año.
Dice Casado
que “cuando llegaba al gobierno el Partido Socialista se creaban en España
7900 empleos diarios y ahora se destruyen en España 6.800 empleos al
día”. Y miente Casado porque manipula las cifras. Como ha demostrado
Daniel Fuentes esos datos de Casado resultan de comparar los empleos que se
crearon en un mes (mayo) que siempre es de mayor creación de empleo con la de
otro mes (enero) que siempre es muy malo y tiene un día más.
Si se acude a
la Encuesta de Población Activa se comprueba que en el IV trimestre de 2017
había 18,998 millones de personas ocupadas, en el segundo trimestre de 2018
19,344 millones y en el último de 2018 19,546 millones, es decir, 548.000
empleos más que hace un año.
Dice Casado
refiriéndose a sus propias declaraciones que “aquí no hay trampa ni
cartón”. Y Casado miente hasta en la retórica: Sí que hay trampa en sus
palabras, en sus datos y en sus afirmaciones.
Pablo Casado
es un mentiroso y un tramposo que se inventa las cifras para engañar a los
españoles.
Me pregunto
si una sociedad democrática y avanzada puede serlo realmente si permite que sus
líderes actúen así. No estoy hablando de la opinión de Casado, que puede ser
cualquiera y cuya expresión debe estar siempre garantizada, sea cual sea. No.
Estoy hablando de mentiras, de un hecho objetivo consistente en dar como cierto
lo que es manifiestamente falso con el evidente propósito de tergiversar así la
conciencia y la opinión de millones de personas.
Yo creo que
la democracia debe basarse en la deliberación y que ésta requiere la confianza,
la información transparente y no manipulada para que no se altere la percepción
real de las cosas, y la rendición de cuentas. Por eso creo que la mentira como
sistema que practica Casado es incompatible con la democracia, que atenta
contra ella y que habría que garantizar que la población conozca la falsedad
que hay detrás de sus palabras. Pero no sólo en el momento electoral, cuando se
supone que la ciudadanía “sanciona” o premia con su voto a los políticos,
porque lo que precisamente persigue la mentira como estrategia es que a ese
momento se llegue con un sesgo brutal del conocimiento que condicione el voto a
favor de quién miente. Una sociedad avanzada como la nuestra en la que la
información se transmite de modo tan decisivo y es tan determinante de todas
las decisiones necesita garantizar el derecho a disponer de información veraz.
Los juristas nos podrán decir cómo, pero me parece que la cuestión es
ineludible y cada día más inaplazable.
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