Artículo de Eduardo Garzón
publicado con fecha 16/9/2020 en su blog Saque Esquina.
Muchos economistas
insistimos siempre en que el sector bancario es tan sumamente especial que no
tiene ningún sentido que haya gente haciendo negocio en su seno. No sólo se
trata de un sector absolutamente estratégico para el buen funcionamiento de un
país (un argumento que ya podría bastar para defender que estuviese bajo
estricto control público) sino que además su propia existencia y supervivencia
depende de las autoridades públicas. Por lo tanto, si la banca privada no puede
sobrevivir sin el apoyo público, ¿para qué tener banca privada? Para eso mejor
ahorrarnos los intermediarios y que el sector público gestione directamente
este sector. Vamos a profundizar sobre este tema.
Lo primero que hay que
tener en cuenta es que el negocio bancario no es un negocio cualquiera. No
consiste en vender bienes como sillas o servicios como poner una cerveza. No.
Es algo muy diferente que no ocurre en ningún otro ámbito de la economía. Los
bancos venden créditos, que es capacidad adquisitiva para la gente que lo
recibe. Y al contrario de lo que la gente común piensa, esos créditos no los
dan porque primero hayan conseguido depósitos de otros clientes. No.
Está ya ampliamente
reconocido en la academia (incluso por el banco central del Reino Unido) que
los bancos no necesitan tener depósitos para dar créditos. De hecho, al dar
esos créditos es cuando se crean los depósitos, y no al revés que es lo que comúnmente
se piensa. Es decir, cuando un banco concede un crédito de 1.000 euros, por
ejemplo, lo único que hace es teclear para aumentar en esa cantidad la cuenta
bancaria de la persona que ha pedido el crédito. Los créditos crean depósitos.
O en otras palabras, los bancos crean dinero.
¿Cómo es posible esto? ¿Se
están saltando la ley? No. El sistema monetario y bancario está pensado así.
Los bancos centrales, que son las instituciones públicas que crean el dinero
oficial -como los euros-, dan permiso a los bancos privados para que puedan dar
crédito de esta forma (creando dinero). Obviamente les ponen límites: no pueden
crear todo el dinero que quieran. Pero aquí la clave del asunto es que sin este
permiso, otorgado por una institución pública, la banca privada no podría
operar como lo hace hoy día. Ése es el primer punto a tener en cuenta.
El segundo es que cuando
los bancos privados tienen algún tipo de problema siempre aparece el sector
público para solucionárselo por la cuenta que le trae, ya que si al sector
bancario le va mal, también le irá mal a la economía y eso es algo que ningún
gobernante quiere. Este apoyo puede ser en forma de ayudas directas, como los
más de 80.000 millones del rescate bancario en nuestro país, pero también, y
sobre todo, en forma de colchón de liquidez. ¿Qué es esto? Pues que los bancos
centrales crean todo el dinero que haga falta para que el sistema bancario
pueda seguir funcionando. Por ejemplo, desde el año 2008, el Banco Central de
Estados Unidos ha creado más de 6 billones de dólares para inyectarlos en el
sistema financiero y asegurar su viabilidad. Por su parte, el Banco Central
Europeo ha creado 4 billones de euros y ha anunciado que creará 2 billones más
como mínimo. La banca española ha sido de las que más se han beneficiado,
obteniendo liquidez por valor de 1,4 billones de euros.
Estamos hablando de
billones, con b. Y yo sé que todos nos perdemos con los números grandes, pero
para que os hagáis una idea de la enorme cantidad que esto supone, desde el año
0 de nuestra era hasta la actualidad no ha pasado ni 1 billón de segundos. Y
fijaos si ha pasado tiempo eh? ¿Y cuándo pasará ese billón de segundos? Pues en
el año 32.000 después de Cristo. Es un cálculo muy sencillo que todo el mundo
puede hacer. Ahora convertid todos esos segundos en euros, y multiplicadlos por
6, y es el dinero que se ha creado de la nada para sostener el negocio
bancario. Si no fuera por esto, todos los bancos privados habrían quebrado.
Insisto: todos. Instituciones públicas creando dinero para sostener un negocio
privado.
El tercer elemento a tener
en cuenta es que los bancos privados se han comprometido a asegurar los
depósitos bancarios de los clientes hasta 100.000 euros por titular. Para eso
se creó el Fondo de Garantía de Depósitos, para dar tranquilidad a la gente y
que nadie corriese a retirar sus ahorros por miedo a perderlos. Pero resulta
que este Fondo sólo tiene en la actualidad 3.269 millones de euros, mientras
que los depósitos totales de los españoles superan el billón cuatrocientos mil
millones de euros. Es decir, que los bancos privados no tienen ni el 0,2% de
todos los depósitos que existen. Entonces, si no hay suficiente dinero para
cubrir todos los depósitos que hay ¿por qué la gente no corre a retirar sus
ahorros? Pues porque todo el mundo sabe que el Estado, como creador de dicho
fondo, no se puede permitir el lujo de que eso pase, y que en última instancia
correría a completar esa brecha aportando dinero público. En otras palabras, si
no fuera por el respaldo implícito del Estado a los depósitos bancarios, la
gente se llevaría sus ahorros de los bancos y todos quebrarían. Insisto: todos.
De nuevo, negocio privado gracias al apoyo de lo público.
Por si todo esto fuera
poco, el Estado está perdonando a la banca privada el pago de impuestos porque
de lo contrario no podría ser rentable. Concretamente seis de los mayores
bancos españoles (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell y Bankinter) no
han pagado, en conjunto, ni un solo euro por el Impuesto de Sociedades
desde el inicio de la crisis económica del 2008, pese a haber ganado 84.000
millones mientras tanto. Esto es así gracias a los denominados créditos
fiscales, que es una especie de comodín que el Estado les da a los bancos en
determinadas situaciones y que les sirve para no pagar impuestos. ¿A vosotros
os dan estos comodines? A mí tampoco, pero a la gran banca sí, porque está
extraordinariamente mimada.
Y, por favor, que nadie me
venga a decir que las cajas de ahorros eran banca pública y que acabaron fatal
por ello. En primer lugar, las cajas de ahorros no eran públicas, por su
singularidad jurídica no podían tener propietarios, por lo tanto tampoco el
sector público era el propietario. Estaban comandadas por políticos, sí, pero
igual que en otros bancos los dirigentes son matemáticos o abogados; esos
políticos cuando eran designados consejeros de las cajas de ahorro se
convertían en banqueros, y tenían que rendir cuentas al Banco de España como el
resto de bancos, no a ninguna comunidad autónoma. De banca pública nada.
En segundo lugar, a las
cajas de ahorro no les fue mal por ser gestionadas por políticos. Esto es
ridículo cuando vemos que en todo el mundo la banca quebró en 2008 y en ningún
sitio había cajas de ahorro, eran todos bancos gestionados por banqueros de
pura cepa. Además no a todas las cajas les fue mal, por ejemplo Unicaja, BBK o
Kutxabank no tuvieron grandes problemas, y al revés, a muchos bancos les fue
mal, con el claro ejemplo del Banco Popular. El problema que tuvieron la
mayoría de cajas era doble: por un lado concentraron más su negocio en la
construcción, que fue el sector que más sufrió la crisis, y por otro lado por
su singularidad jurídica no podían recurrir a ampliar capital, lo que las
dejaba vendidas frente a los problemas. La liquidación de las cajas fue una
decisión política, se podría haber hecho otra cosa. En cualquier caso las
ayudas que recibieron las cajas acabaron en los bolsillos de los bancos que las
absorbieron. Pero bueno, la clave es que estas cajas no tenían nada que ver con
una banca pública.
En definitiva, la banca
privada existe y sobrevive porque el sector público permite que así sea, a
través de ayudas directas de todo tipo, de condonaciones de impuestos, de
garantía sobre los depósitos y de inyecciones masivas de liquidez. La pregunta
es: ¿qué sentido tiene que haya gente haciendo negocio con un sector que, por
su propia naturaleza, necesita del apoyo público para sobrevivir? ¿No sería
mejor que la banca fuese directamente pública y que comenzase a servir al
interés general y no sólo al de unos pocos propietarios multimillonarios que
encima se aprovechan del apoyo público? Yo lo tengo claro.
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