Artículo de Marco
Antonio Moreno Consejo
Científico de ATTAC España
Tras la quiebra de Lehman Brothers
el 15 de septiembre de 2008, el sistema financiero se vio envuelto en un caos
sistémico. Y las culpas a la Reserva Federal por no haber apuntalado a ese
banco de 151 años de historia, que había sobrevivido a la guerra civil, la Gran
Depresión y a dos guerras mundiales no se hicieron esperar. Por eso la Fed
reaccionó de inmediato cuando la aseguradora AIG se vio en problemas y al
día siguiente de dejar caer a Lehman inyectaba a AIG 85.000 millones de
dólares. Los bancos centrales de Europa, Reino Unido y Japón se
sumaban a la acciones de la Fed y en conjunto apuntalaban al sistema financiero
con 224.000 millones de euros.
La fuerza virulenta de la crisis obligó a la Reserva
Federal a crear el Programa de Alivio de Activos en Problemas conocido
como TARP (Troubled Asset Relief Program) que significó un gasto de 700.000
millones de dólares que el Congreso inicialmente rechazó pero que tras la
intervención de Hank Paulson, aprobó en segunda instancia con 70.000 millones
de dólares adicionales. ¿Qué dijo Hank Paulson para persuadir al Congreso de la
necesidad si o si de los 700.000 millones de dólares? Debió ser algo suficientemente convincente
para que el Senado diera el visto bueno. Las palabras con las que Hank Paulson
chantajeó al Congreso fueron (“Esto será mucho peor que la Depresión de los
años 30, cuando el desempleo llegó al 25 por ciento”). Tras esas palabras
los congresistas aprobaron de inmediato el rescate con el dinero público. Aquí
un seguimiento a los destinos de ese dinero por New York Times.
Actuando en secreto y a espaldas de
la gente
Sin embargo, esos 700.000 millones de dólares son sólo
una pequeña parte de una cantidad de dinero mucho mayor que se ha invertido en
apuntalar el sistema financiero de Estados Unidos. Y la mayor parte de ese
dinero de los contribuyentes no ha tenido ningún escrutinio público ni ha sido
discutido en el Congreso. Como señalábamos un año antes de este informa, La Reserva Federal ha actuado en el
más absoluto secreto y a espaldas de la gente para rescatar a un
sistema financiero fraudulento y corrupto. De acuerdo a una auditoría encargada
por el Senador Bernie Sanders y
realizada por la Oficina Gubernamental de Rendición de Cuentas (Government
Accountability Office), se publicó este informe, en julio
de 2011, que indica que Estados Unidos proporcionó más de 16 billones de
dólares en préstamos secretos para rescatar a bancos y empresas de Estados
Unidos y de Europa de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión. En su
página web, Bern Sandres señaló:
Como resultado de esta auditoría, ahora sabemos que la
Reserva Federal proporcionó más de 16 billones de dólares en asistencia
financiera total a algunas de las mayores instituciones financieras y
corporaciones en los Estados Unidos y en todo el mundo…Este es un claro caso de
socialismo para los ricos y de resistente individualismo para todos los
demás.”. Se socializan las pérdidas pero las ganancias siempre son de carácter
privado.
La auditoría de los programas de préstamos de
emergencia de la Reserva Federal apenas se informó por los medios
tradicionales. Pese a ser la primera auditoria en la historia de la Fed desde
sus inicios en 1913. Los resultados verifican que más de 16 billones de dólares
(el actual PIB de Estados Unidos o el total de la deuda pública de ese país) se
asignaron a corporaciones y bancos internacionales durante los meses
álgidos de la crisis financiera de 2008. Tras este auténtico escándalo que la
prensa ignoró por completo seguramente al no saber lo que representan 16
billones de dólares, Sanders declaró el 21 de julio:
“Ninguna agencia del gobierno de Estados Unidos debe
permitir que se rescate a un banco o sociedad extranjera sin la aprobación
directa del Congreso y el presidente”
Aunque el Informe GAO no cuestiona
las acciones de la Fed, sirve como un claro testimonio del nivel de catástrofe
en que estaba el sistema financiero hace cinco años. Demuestra también la total
impunidad con que actúa la Fed a espaldas del gobierno de su propio país para
defender los intereses de la banca, que no son otros que sus dueños. De esta
forma, mientras se hace hincapié en la deuda pública o el excesivo gasto en
salud y educación, circulan fabulosas cantidades de dinero a espaldas de todo
el mundo.
Haciendo el trabajo de Dios
Entre otras cosas la auditoría estableció que la
Reserva Federal “carece de un sistema suficientemente exhaustivo para tratar
casos de conflictos de interés, a pesar de que existen serios riesgos de abusos
en este sentido”. De hecho, la Reserva Federal también hizo el trabajo de Dios
y ejecutó acciones a favor de empleados y contratistas privados a fin de que
pudieran mantener sus inversiones en las mismas corporaciones e instituciones
financieras que recibían préstamos de emergencia. Por ejemplo, el CEO de JP
Morgan cumplía funciones en el Directorio de la Reserva Federal de Nueva York
mientras su banco recibía más de 390.000 millones de dólares en ayuda
financiera por parte de la Reserva Federal. Además, JP Morgan Chase actuaba
como uno de los bancos de compensación para los programas de préstamos de
emergencia de la Fed.
Otro hallazgo perturbador de la GAO es el que indica
que el 19 de Septiembre del 2008 el señor William Dudley, presidente de la
Reserva Federal de Nueva York, recibió una dispensa para permitirle conservar
sus inversiones en AIG (American International Group, un líder mundial en el
campo de los seguros) y GE (General Electric) mientras estas compañías recibían
fondos de rescate.. Una razón por la cual la FED no obligó a Dudley a vender
sus acciones, según la auditoría, fue porque tal acción podría haber creado la
apariencia de un conflicto de intereses.
La investigación también reveló que la Fed tercerizaba
a contratistas privados como JP Morgan, Morgan Stanley y Wells Fargo la mayoría
de sus programas de préstamos de emergencia. Estas mismas firmas también
recibían billones de dólares de la Fed por préstamos concedidos a tasas de
interés cercanas al cero.
El detalle de los principales beneficiarios de estos
préstamos, concedidos entre el 1º de Diciembre de 2007 y el 21 de Julio de
2010, es el siguiente:
- Citigroup: $2.5 billones ($2,500,000,000,000)
- Morgan Stanley: $2.04 billones ($2,040,000,000,000)
- Merrill Lynch: $1.949 billones ($1,949,000,000,000)
- Bank of America: $1.344 billones ($1,344,000,000,000)
- Barclays PLC (United Kingdom): $868 mil millones ($868,000,000,000)
- Bear Sterns: $853 mil millones ($853,000,000,000)
- Goldman Sachs: $814 mil millones ($814,000,000,000)
- Royal Bank of Scotland (UK): $541 mil millones ($541,000,000,000)
- JP Morgan Chase: $391 mil millones ($391,000,000,000)
- Deutsche Bank (Germany): $354 mil millones ($354,000,000,000)
- UBS (Switzerland): $287 mil millones ($287,000,000,000)
- Credit Suisse (Switzerland): $262 mil millones ($262,000,000,000)
- Lehman Brothers: $183 mil millones ($183,000,000,000)
- Bank of Scotland (United Kingdom): $181 mil millones ($181,000,000,000)
- BNP Paribas (France): $175 mil millones ($175,000,000,000)
- Wells Fargo & Co. $159 mil millones ($159,000,000,000)
- Dexia SA (Belgium) ) $159 mil millones ($159,000,000,000)
- Wachovia Corporation $142 mil millones ($142,000,000,000)
- Dresdner Bank AG (Germany) $135 mil millones ($135,000,000,000)
- Societe
Generale SA (France) $124 mil millones ($124,000,000,000)
Todos los demás $2,6 billones ($ 2,639,000,000,000)
Total $16.115 billones ($ 16.115.000.000.000
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