No voy a opinar sobre el pacto
entre PP y Ciudadanos. Paso, me aburre el tactismo, las medias verdades, el
donde “dije digo, digo Diego”. Además, en este medio, Andrés Herzog publicó,
hará unos días, un blog excelente sobre el mismo. A él me remito. Por el
contrario, permítanme comentar algo que se suele decir en las distintas
tertulias y que resulta terminantemente falso. Frente a lo que se dice, la
falta de gobierno no ha afectado negativamente al crecimiento económico. Al
revés, la ausencia de un ajuste fiscal, un turismo viento en popa (espoleado
por conflictos geopolíticos que han arruinado a nuestra competencia), la
expansión cuantitativa del Banco Central Europeo (empiezan a estudiar con
retraso algo de Teoría Monetaria Moderna), y la depreciación del tipo de cambio
efectivo real ha mantenido la velocidad de crucero de nuestra economía en el
0,7%-0,8% inter-trimestral. Pero nada es atribuible al ejecutivo saliente, solo
el haber pactado con las élites europeas una expansión fiscal por razones
políticas, y cuyo impacto, desde la segunda mitad de 2014, está siendo muy
positivo para nuestra economía. ¡Paradojas de la vida! La austeridad ha fracasado
y lo saben. Pero da igual, sujeto el Régimen y prietas las filas, prepárense
para nueva ración de cicuta.
Hoy más que nunca era necesario
un acuerdo del resto de los grupos políticos para consensuar lo básico
Era un momento ideal, porque así
lo había decidido la mayoría de la gente decente de este país, de colocar al
actual ejecutivo en funciones y a sus élites colindantes en la calle, a todos y
cada uno de ellos. Hoy más que nunca era necesario un acuerdo del resto de los
grupos políticos para consensuar lo básico: regeneración, lucha contra la
corrupción, lucha contra la pobreza, nuevo modelo productivo, lucha contra los
rentistas-oligopolistas, pacto inter-generacional, lucha contra el fracaso
escolar, pacto por la infancia... Acordar lo básico para los próximos 2 años,
poner las bases para una España mejor. Pero da igual. Ya todo da igual. Aquellos que han llevado a España al final de
un ciclo histórico, caracterizado por una profunda degradación política, económica,
social y moral, van a continuar medrando. Cuentan además con la ayuda
inestimable de unos medios de comunicación que nos quieren dóciles, manejables,
sumisos. Por lo tanto, su herencia se va a alargar en el tiempo. Salarios
míseros, jóvenes talentosos emigrando, pensionistas temerosos, buscadores de
rentas haciendo su agosto, niños marcados por el lugar donde nacen y que no
ascenderán en el ascensor social… País de camareros, país de crupieres. Pero al
final esos hombres y mujeres, buenos y decentes, despertarán de este mal sueño
y pondrán los puntos sobre las íes.
La doctrina del shock fracasará
Ya conocen nuestra tesis. Las
élites auto-programaron un crecimiento económico para “sujetar” al Régimen. Los
motores de crecimiento patrios son, por un lado, la relajación del ajuste
presupuestario, con el consentimiento expreso de Bruselas -desde 2014 se ha
producido un incremento del déficit estructural-. Por otro, la entrada de
flujos financieros foráneos en nuestra economía, derivados fundamentalmente de
la política monetaria del BCE. Inicialmente fueron inyecciones directas de
liquidez al sistema bancario, vía préstamos a largo plazo a coste irrisorio;
ahora, a través de la expansión cuantitativa, mediante la compra en mercado
secundario de deuda pública y privada por parte del regulador. El objetivo
último era mantener el régimen y statu-quo actual de nuestro país. Y lo han
conseguido. Pero su objetivo final es otro. Han ganado tiempo para continuar
haciendo lo de antes. Cuando se forme el nuevo ejecutivo, nueva ración de
austeridad, pero no por razones económicas, ¡qué va!
Vayamos a “la raíz del asunto”.
La zona euro no es sólo un área monetaria, es mucho más, se trata de un régimen
de acumulación de capital sin parangón en nuestra historia reciente. Se podría
utilizar la capacidad de emisión de moneda del BCE para financiar los déficits
fiscales de los Estados miembros de manera que pudieran fomentar el crecimiento
y el empleo en sus economías nacionales sin encontrarse con las restricciones
que los mercados de bonos privados ejercen en sus gastos. Pero eso no lo van a
hacer, ¡qué va! Prefieren aplicarnos la doctrina del shock: cualquier
desequilibrio macroeconómico en virtud de las disposiciones institucionales de
la Unión Monetaria conduce a un ajuste a expensas de los ingresos laborales, la
protección del empleo y los servicios sociales, por medio de la reforma del
mercado laboral y la deconstrucción del estado de bienestar.
La labor de desinformación es
vital porque al ocultar el origen de la crisis permiten que esta agenda se
alcance
Los defensores de la austeridad
intentan cambiar el modelo social, privatizar todo -incluida la sanidad y la
educación-, forrarse a nuestra costa. Y para ello la labor de desinformación es
vital, clave, porque al manipular y ocultar el origen de la crisis permiten que
esta agenda se alcance, aun a costa de los ciudadanos. Y lo saben, y por ello
levantaron el pie del acelerador en el período 2013-2016. Una vez sujeto el
Régimen, volverán ¡a jugar! Pero hay un problema de fondo muy serio: la clase
dominante en realidad no tiene un plan hegemónico, simplemente sigue las
tendencias espontáneas del capitalismo contra la inmensa mayoría de la
ciudadanía. Por eso fracasarán y colapsarán, aunque el daño infligido
previamente ya será irreversible. Sí, lo reconozco, quizás sea un sueño, pero
déjenme soñar.
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