Publicados
los datos del cuarto trimestre, se puede hacer una valoración del
Gobierno del PP en lo relativo al empleo. Lo primero que hay que destacar es la
absurda alegría porque baje el paro. La bajada de paro que hemos tenido, hay
535.671 personas paradas menos, no deja de ser la constatación del fracaso
estrepitoso que como Estado se está produciendo.
Hay 535.671 personas que, al no ser capaces de proporcionarles un empleo,
han optado por irse a buscarlo a otros lugares. Han considerado que
el derecho al trabajo promulgado en el artículo 35.a de la Constitución, no es
más que papel mojado, que no se le podría garantizar en este Estado y se van a
buscarlo a otros sitios. Volvemos a la situación de los años cincuenta o
sesenta. Los jóvenes y los no tan jóvenes, han tenido que hacer la maleta y
emigrar. Esta es la verdadera bajada del paro. Resulta absolutamente indignante
que los mismos que deberían haber garantizado su empleo, se jacten ahora de la
bajada del paro y pretendan sacarle rentabilidad política.
También se ufanan del
ritmo de creación de empleo. Más que de creación de empleo, habría que decir
del ritmo de hacer pedazos los puestos de trabajo. Entre 2016 y 2011, en medias anuales,
se ha producido una pérdida de 88.274 personas ocupadas y de 164.072
asalariadas. Si miramos las horas habitualmente trabajadas y
las traducimos en puestos a tiempo completo de 37 horas y media, la pérdida
aumenta a 591.341 personas ocupadas y a 415.772 asalariadas. De una pérdida del
0,5% de personas, pasamos a otra del 3,3% de volumen de trabajo. No parecen
cifras como para sacar el pecho y ufanarse de cómo se han hecho las cosas.
Si nos fijamos en cómo
se ha distribuido la pérdida de empleo entre las personas asalariadas,
observaremos que el trabajo realizado con contratos temporales ha aumentado en
el equivalente a 2.558 puestos, un 0,1% y el realizado mediante una relación
indefinida ha caído un 3,7%, el equivalente a 418.330 puestos a tiempo
completo.
Régimen General y del
Carbón
Haciendo un paréntesis
en la EPA, pero es uno de los datos que nos permite ver más claramente lo que
pasa, se podrá analizar tres datos de la afiliación al Régimen General y del
Carbón, también en medias anuales. La media anual de personas afiliadas a fin
de mes ha aumentado en 19.736 personas, un 0,1%. En 2016 se han producido
43.141.291 movimientos de altas y bajas a ese mismo Régimen, 9.444.024 altas y
bajas más que en 2011. El aumento de movimientos ha sido del 28,03%. Cada afiliado
en que ha aumentado la media anual, ha precisado de 479 altas y bajas. Al mismo
tiempo las personas afiliadas con un contrato a tiempo parcial se incrementan
en 487.717 personas, un 17,6%. Aunque se carezca de estadísticas de duración de
la jornada, es obvia la pérdida de volumen de trabajo.
Una vez más es
preciso resaltar el diferente reparto por edades que se ha producido. Los jóvenes menores de 30 años han
perdido en 25,5% del trabajo asalariado, el equivalente a 656.092 puestos a
tiempo completo. Las personas entre 30 y 44 años pierden el
6,9%, 490.225 puestos. Por el contrario, quienes tienen una edad entre 45 y 54
años, ganan 296.235 y quienes están entre 55 y 64 años, ganan 434.309 puestos.
Mientras los menores de 45 años, las personas en edad fértil, pierden 1.146.316
empleos a tiempo completo, los mayores de 45 ganan 730.545. Con estos datos, el
Gobierno que lo ha provocado y no toma medidas extremas para solucionarlo no
puede poner cara de perro pachón y decir que la natalidad es un grave problema.
No tiene derecho a decir que el envejecimiento y la falta de natalidad es uno
de los mayores problemas que hay, quien legisla permitiendo que las personas en
edad fértil sean precarizadas, parcializadas y privadas de medios de ganarse la
vida y construir su futuro.
Recorte del número de
personas que perciben prestaciones
Tres de cada cuatro
personas paradas carecen de protección y son 3.252.014 quienes no perciben nada
estando paradas
Para presionar más y
conseguir que baje el paro como lo ha hecho, mediante la emigración, la otra
línea de presión ha sido recortar el número de personas que perciben
prestaciones y su cuantía. La
tasa de protección por paro es del 27,3%. Es decir, tres de
cada cuatro personas paradas carecen de protección y son 3.252.014 quienes no
perciben nada estando paradas. Esta situación les fuerza a optar por otras
salidas y la única que muchas encuentran es emigrar. El gasto en prestaciones al mes de
noviembre ha disminuido en 10.430 millones de euros sobre el realizado en 2011.
Si en vez de recortarlo, se hubiera destinado en proteger a las personas con
cargas familiares, a las mayores de 45 años y a los otros colectivos más
vulnerables con un subsidio continuado, podría haber 2.225.677 personas
protegidas que ahora no lo están. En ese caso la tasa de protección por paro
alcanzaría el 77% y tres de cada cuatro personas paradas estarían protegidas.
Es urgente dar la vuelta
a las medidas que ha ido tomando este Gobierno y, como se ha visto, no han
servido para que quienes carecían de empleo lo encuentren, sino para que
emigren; tampoco ha creado más trabajo, sino que lo ha recortado, troceado y
precarizado y, además, ha provocado que quienes carecen de trabajo, carezcan
también de protección por desempleo.
Estas medidas, al
cebarse especialmente en las personas en edad fértil, nos condena a un Estado
sin futuro. Este es el legado de este Gobierno. Cuando se presentan los datos
de empleo, es preciso analizarlos conjuntamente no se puede hablar de cuánto
baja el paro sin decir qué ocurre con el empleo, porque en vez de ser un dato
positivo, es la constatación de un desastre.
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