IMPORTANTE LEER ANTES CAPITULOS 1 y 2
PINCELADA ESPAÑOLA
Y mientras, a título de
ejemplo, en España creciendo la cifra de
desempleados en forma exponencial, con la cruda realidad que en un país de 46,2 millones de habitantes, 16,4 millones
cotizan, entre ellos, 2,7 millones de funcionarios que son parte del costo. Es
decir, 13,7 millones produciendo no pueden mantener el sistema.
Es un disparate transformar deuda
bancaria privada en deuda pública que nos terminara ahogando.
La banca se defiende diciendo que
hay que salvarles para salvar el ahorro privado. No es cierto. Con los fondos
de que dispusieron, depósitos de clientes, préstamos obtenidos y capital propio hicieron negocios
ruinosos y ahora pretenden que les cubramos las perdidas.
No podemos obviar que los bancos
son empresas privadas que como tales, y cegados por lo que veían como suculenta actividad lucrativa, una vez
agotados sus recursos, pidieron a bancos extranjeros, no olvidemos que
principalmente alemanes y franceses dinero para hacer más inversiones.
Las inversiones les salieron mal,
tanto a unos como a otros. Es un problema entre ellos de asunción de riesgo empresarial. De haber salido bien no se
habrían planteado repartir beneficios
con todos y seria correcta su postura.
Al salir mal las perdidas no
pueden ser asumidas por los demás. Es una prueba evidente de intentar socializar las perdidas, cuando
no se hace con los beneficios.
Cualquier gobierno que apoye
esto, que asuma deuda privada y la cambie por deuda pública, entendemos puede cometer delito de estafa y malversación de caudales públicos.
No podemos mantenernos inanes ante actuaciones
de esta índole. No tenemos derecho a
callar trasladándoles el problema a las
generaciones futuras.
Empieza a resultar una mala pesadilla.
Aun estamos a tiempo de intentar reconducir la situación. Ni un céntimo más para la banca en quiebra.
Es imprescindible emplear los
pocos recursos disponibles en la economía productiva a través de una banca pública.
A quien se pretende seguir engañando con la manida frase de que "como mal menor
hay que salvar el sistema bancario"
Si no hay dinero no lo hay. ¿Como es posible que no haya dinero para crear empleo manteniendo
sanidad y educación y si lo hay para bancos mal
gestores que han ido a la ruina?
Que tiene que pasar para dar un
giro de 180 grados a las políticas usadas en Europa. ¿Por qué no estaremos esperando a tener
el beneplácito de quienes, como Alemania, a
corto plazo se benefician de ellas?
Basta ya de despilfarrar ayudando
a la banca que no sirve para otra cosa que cubrir pagos a sus acreedores, también bancarios, principalmente Alemanes.
Utilicemos imaginación y recursos destinando medios a la economía productiva.
Digamos aquello de que cada palo
debe aguantar su vela. La desastrosa gestión bancaria debe ser asumida por ellos. Las entidades que no puedan
continuar su actividad mercantil deberán cerrar.
O retomamos el crecimiento o no
existe salida alguna. La deuda que han generado es impagable, por muy duro que
resulte reconocerlo. Cuanto más tardemos en verlo más difícil será encontrar la salida.
PINCELADA RESTO DEL MUNDO
Pero como dice el refrán de, éramos pocos y no sé que le pasó a la abuela, mientras al otro lado del atlántico, desde el Imperio, están a lo suyo y de vez en cuando maniobrando para ver
si eso del euro se puede cortar de una vez, no vaya a ser qué. Se empieza a despertar el gigante dormido (vuelvo
a citar a Napoleón) y se revolucionan los
mercados.
China, que tomó debida nota de la caída del muro, con la mayor población del planeta dentro de una misma frontera, se aventura a cambiar sus
reglas de juego y se pone, en plan laboratorio, a experimentar con el sistema.
Coge el ganador, y puesto que
estamos en la era digital lo copia dentro del que tenía. En principio se le ha de reconocer audacia y originalidad.
Tienen claro que campo interior
hay para desarrollarlo pues parten prácticamente de cero. Al fin y al cabo saben que a nosotros nos ha dado
juego más de un siglo, así es que a fomentar el consumo interno.
A ello, y como hacemos todos, añaden él, a conquistar mercados exteriores, que tenemos como ventaja los
costos laborales y sociales.
Conclusión, podemos decir que no han tenido crisis, porque no
olvidemos que la crisis funciona con nuestro sistema, pero el suyo es una
mezcla de ambos y no tenemos datos comparativos homologables.
El año 2010 tuvieron un superávit por encima del 10 % del PIB, es decir la otra cara de la moneda
americana.
Tengamos en cuenta que EEUU ha
ido acumulando un déficit en cuenta corriente
constante desde hace más de 30 años, mientras China y los países productores de petróleo no paran de generar excedentes.
La contrapartida a la acumulación de deuda americana ha sido la adquisición de riqueza ahorrada por ellos
Para que la fiesta sea completa,
junto a China se apuntan como emergentes Rusia, India y Brasil, sumando los
cuatro una población de 2.700 millones con lo que
vemos que empieza a cambiar el mundo, el club privilegiado del 15 por ciento
pasará ya a ser superior a la población de la mitad del planeta. Y mientras nosotros
pensando en soluciones para el 15 por ciento.
Como colofón añadamos al cóctel los denominados famosos
tigres asiáticos, mas Japón, la impronta de los países del golfo y el incipiente despertar de África y América latina.
QUE PODEMOS HACER
Llegados a este punto, cabría preguntarse ¿Qué podemos hacer?
Enunciada así, la pregunta es bastante difícil de responder, pero podríamos empezar por despejar la incógnita e intentar simplificarla, para a partir de
ello, como en cualquier formulación matemática, avanzar en su resolución.
Empecemos por intentar, dentro de
este laberinto, consensuar que es lo que no debemos hacer y tal vez podamos
sorprendernos gratamente al ver que la salida existe.
Hasta ahora, se intentan aportar
soluciones tirando de manual, sea este más o menos ortodoxo.
Según criterios académicos, más o menos dogmatizados, se procura aplicar recetas
utilizadas con anterioridad en función de las variables manejadas o de datos obtenidos o proyectados a
futuro con formulas conocidas.
Se extrapolan simulaciones, etc,
pero todo, absolutamente todo, sin cuestionar el sistema.
Cuando se alza alguna voz al
respecto, rápidamente impera la ortodoxia,
cortándola de raíz, bien por radical, bien por panfletaria.
Es decir, como si el médico ante un cuadro clínico desconocido, viendo que el enfermo no reacciona, se empeñase en “el libro dice lo que dice”.
Aunque difícil de entender por la praxis de la clase política dominante, parece que en principio no sería descabellado pensar que no debiéramos seguir aplicando una política económica totalmente equivocada obsesionada en un control a ultranza del déficit que no hace sino acrecentar el
disfuncionamiento del sistema, máxime cuando se pretende conseguir en plazos de tiempo de difícil asunción social.
Cierto que acotar y reducir el
mismo es necesario, tanto en este como en cualquier otro sistema, por puro
sentido común y de eficiencia, pero, en ningún caso a cualquier precio.
Posiblemente una de las mayores
lecciones de la situación actual lo sea,
independientemente de cualquier otro factor, la necesidad de evitar
despilfarrar y gestionar costos de manera rigurosa con la visión puesta en la sostenibilidad del propio planeta.
Además, llegado a este punto tendríamos que ponderar ciertas premisas a saber:
No podemos asumir como déficit del Estado lo que es privado, en un 90 %
bancario.
No podemos seguir respaldando y
avalando deuda bancaria por deuda de todos.
No podemos socializar las
perdidas cuando el sistema no permite socializar los beneficios.
El aceptar que como mal menor hay
que rescatar al sistema bancario, es ir contra el libre mercado que tanto nos
gusta recordar.
Estamos convirtiendo deuda
privada en pública por unas cuantías imposibles de asumir y ello está arrastrando a la quiebra del Estado.
Tenemos que determinar quien debe
regir los gobiernos, si los representantes de la población o los consejos de administración de lobby privados.
Ante la desastrosa situación a la que han llegado la mayoría de bancos, principalmente debido a su pésima gestión, su falta de escrúpulos, en muchos casos, su falta
de visión en riesgos asumidos,
respaldados en la seguridad de su fuerza para imponer su rescate, su avaricia
en emplear el dinero gestionado participando directamente en todo tipo de
actividades, así como la permisividad y falta de
control en la ingeniería financiera utilizada con la
existencia de paraísos fiscales a medida, lo que no
podemos hacer es tabla rasa y apoyo a ultranza,.
Muy al contrario la solución pasa por cubrir estrictamente los depósitos bancarios de clientes e impositores, dejando
al riesgo y ventura de los accionistas los resultados de su gestión, como se hace en cualquier actividad mercantil.
Si queremos salvar a alguien que
se está ahogando no podemos hacerlo como
él quiere, pues nos ahogaremos con
él.
Tiene que crearse una banca pública que haga de freno al desenfreno para a través de ella proveer de financiación a la economía real productiva, garantizando la función básica de la banca de dar préstamos.
Tiene que regularse la banca
privada, separando nítidamente, lo que es banca
comercial y banca industrial, en base a una eficaz información al ciudadano, a quien habría que trasladar el mensaje de "tus depósitos en un banco comercial están garantizados, si quieres mas plusvalías tienes la banca industrial, pero será tu riesgo".
La deuda del sistema bancario es
virtual y me explico. La ingeniería financiera utilizada en base a derivados, titulizaciones de paquetes
de "burbujas" es tan desproporcionada que no existe contraprestación en moneda emitida capaz de cubrir la misma.
Por tanto, empeñarse en seguir queriendo solucionar un problema real
de forma virtual solo lleva a llegar a soluciones de maquillaje y apuntes
contables sin contrapartida real alguna. Cuanto más tardemos en verlo más difícil será la salida.
El sistema no puede funcionar si
no tiene circulante y este se encuentra retirado, en poder de un escaso uno por
ciento de la población a quien habrá de convencer, como mal menor, y formulas hay para
ello, para que lo deje circular.
De no ser así habrán de tomarse medidas drásticas en beneficio de la inmensa mayoría de la población que no aguantara mucho más tiempo una situación de impotencia e indefensión ante tal acumulación de capital en tan pocas manos.
Mientras el sistema ha aguantado
en su esquema de ingeniería financiera piramidal
permitiendo la acumulación del mismo y sus plusvalías en cada vez menos manos pero sin afectar ni
percibirse por la mayor parte de la población todo ha ido funcionando, de forma aparente normal.
La codicia financiera ha llegado
a tal nivel que solo veían el incremento desmesurado de
plusvalías, sin pararse a pensar que no
estaban sustentadas en base real alguna.
Papel dinero generando más papel y agotado este simplemente bastando su
apunte virtual contable.
La punta del iceberg surge cuando
estalla la crisis suprime en EEUU desencadenando un torbellino en espiral que
deja al descubierto, en toda su crudeza, los falsos cimientos del sistema.
Es a partir de entonces cuando no
puede mantenerse por más tiempo el juego y queda al
descubierto la falta de circulante en moneda emitida capaz de soportar la
magnitud del problema.
Ante semejante situación, quienes detentan y poseen el circulante, ante el
miedo a perderlo, filtran las tesis de austeridad y recortes que tan gravemente
están afectando a todos los
estamentos sociales.
Puesta en marcha la maquinaria
mediática propagandística empieza a alterar cierto status quo existente
en las denominadas clases medias, que por otra parte han sido imprescindibles
hasta el momento para mantener el invento.
A medida que se va profundizando
en la magnitud del problema va aflorando la inviabilidad de mantener
privilegios a ultranza pues el quebranto que se causa a la mayoría es insoportable y empiezan las contestaciones
sociales que llegaran a situaciones límite de no cambiarse las posiciones actuales.
Los Estados modernos nunca
debieran tener deuda, pues tienen el poder de emitir moneda, lo que tienen que
tener es la responsabilidad que ello conlleva y por tanto saber calcular sus
actos.
Deben suprimirse totalmente, sin
excepciones, los llamados paraísos fiscales. Solo benefician a la acumulación de capital que sistemáticamente es detraído de la circulación financiera en la economía real.
Son la base de partida de las
inversiones especulativas contra el sistema en su conjunto, además de fraude generalizado contra las Haciendas Públicas.
¿Porque permitir a las grandes
corporaciones, a las empresas transnacionales, a las grandes fortunas, no pagar
los impuestos que les corresponde?
De no hacerlo terminaran dinamitando todo
consiguiendo incluso que se vuelva contra ellos y termine en su propia asfixia.
Hay que regular la, denominada en
su conjunto, ingeniería financiera reduciéndola exclusivamente al ámbito de la banca de inversión, exigiendo una previa información sobre cualquier producto o derivado a comercializar.
En su regulación es imprescindible suprimir la opacidad de
cualquier producto que pudieran ofrecer.
Se deben prohibir las actuaciones
conocidas como posiciones en corto radicalmente.
Asimismo no podrán realizarse operaciones en base a futuros con
respecto a energías y producciones de alimentos.
La economía de mercado necesita controles y reglas, máxime en el sector financiero, donde los Estados han
sufrido al respecto una especie de ceguera colectiva.
Se han dejado presionar por lobby
y corporaciones con intereses excesivamente partidistas.
Para implementar lo anterior será necesario crear una Agencia de Clasificación pública, que en ningún caso pueda contratar sus
servicios de forma privada.
La misma podría financiarse de un impuesto a aplicar a las
transacciones financieras, de tal forma que se garantizara su total independencia.
La misma respondería de sus informes y evaluaciones como tal con la
responsabilidad profesional solidaria de los técnicos emisores de los mismos.
Paul Samuelson decía en 2008 y cito literalmente:
“Dejen sitio en el Juzgado para
las tres grandes agencias de clasificación: Fich, Moody's y Standard Poor's. Se supone que solo dan
aprobaciones AAA al material seguro. Pero si una de las tres se volviera
objetivamente veraz, las otras dos se quedarían con todo el negocio. Eso apesta a conflicto de intereses."
Necesitamos urgentemente un nuevo
Bretton Woods, que sirva como en 1944 para adoptar las medidas e iniciativas
para reformar el sistema en todo lo necesario.
Al igual que entonces debería recurrirse a reunir aquellas personas idóneas para la búsqueda de las soluciones pertinentes, rehuyendo prejuicios ideológicos y olvidando aplicaciones del manual por el
manual.
En nuestro mundo globalizado no
encajan muchas de las viejas recetas. Empeñarse en ello nos abocara a situaciones límite de incalculables consecuencias.
Abordar con mente abierta los
cambios a efectuar en el FMI y BM, no obviando la necesidad inaplazable, a
pesar de las presiones políticas en contra, a la búsqueda de una cesta de monedas que a nivel mundial
establecieran un elemento de giro como moneda base en todas las transacciones
internacionales.
Dicha cesta estaría formada, como mínimo, por dólar, euro, remimbi, rublo y yen a
un tipo de cambio fijo e inalterable que permitiera armonizar las fluctuaciones
de forma definitiva. Por muy quimérico que parezca, no abordar esta cuestión dejaría fisuras capaces de frustrar
cualquier cambio.
No podemos seguir empeñados en luchar contra la inflación en base a dígitos que parecen nos vengan impuestos por designio divino, es mas y
aquí viene el órdago para quien lo que dice el libro es sacrosanto,
necesitamos incrementar la misma.
Ante una situación de apalancamiento excesivo de deuda, tanto privada
como publica, que colapsa el sistema pues termina auto fagocitándose, no podemos incidir en una política de abaratamiento de salarios en base a una
supuesta competitividad.
Competitividad ¿con quién?
Cuando en la década de los setenta las multinacionales descubrieron
la deslocalización, que permitía fabricar en los países con mano de obra barata para vender en aquellos con más poder adquisitivo, creyeron encontrar la panacea,
y lo era, pero no la que creían.
Se puso de manifiesto que
funciona cuando existen desigualdades tan evidentes, pero en un mundo
globalizado solo sirve durante un tiempo para los países más desarrollados que durante
ciertos años mantienen su capacidad
adquisitiva.
Llegado el momento, como empieza
a ocurrir actualmente, cuando el consumo cae por paro excesivo, por
endeudamiento alto, los mercados "ricos" no pueden seguir comprando y
la producción en las nuevas ubicaciones ha de
destinarse a mercados internos, que necesitan a su vez subir sus salarios para
poder tener poder adquisitivo y comprar. En este contexto pretender competir en
base a salarios no funciona.
Si a un empresario que tiene un
pago mensual de un millón de euros en nominas le
preguntasen; ¿Quiere que apruebe un decreto
para que pague la mitad de nominas?, lo normal es que respondiera
afirmativamente.
Pero si le dijéramos, "vale a partir de mañana bajaremos el sueldo en todas las empresas a la
mitad", lo normal es que respondiera que no le interesa porque si la gente
tiene salarios bajos, ¿A quién va a vender sus productos?
Como solución transitoria, y solo a los efectos de tener el
tiempo suficiente que conllevara un cambio de sistema productivo, y para ello
se necesitaran generaciones, creemos necesario potenciar el consumo y
paralelamente bajar los niveles de deuda en base a elevar el objetivo de
inflación al 6 % anual durante los próximos 5 años en los países con afección sistémica más acusada.
De forma paralela coordinada se
debe proceder a la emisión de moneda destinando la misma,
por una parte a obra pública que cree empleo y permita
posteriormente la recuperación del sector privado y por otra
al saneamiento en un 60 %, como mínimo, del endeudamiento público, amortizando deuda, como medida de choque para anular la reacción del capital acumulado.
En definitiva seria como pedirle
al 1 % de la población que atesora la mayor parte de moneda emitida, que aportase
esa misma cuantía en impuestos, cosa que
evidentemente no hará de forma voluntaria.
Esto conseguiría los mismos objetivos que una devaluación del mismo tipo, siempre que se acompañase de un control riguroso de precios en alimentación y servicios básicos tales como suministros de agua, electricidad y gas, de tal modo
que el Estado pudiera intervenir en el mercado de producirse alteración de precios con la importación de contingentes reguladores.
De esta forma, al contrario de
las medidas adoptadas hasta la fecha, se conseguiría proteger a la mayor parte de la población de los efectos inflacionarios básicos.
Esta medida supondría dejar en manos de los países emergente, con China a la cabeza, el tirar de la economía mundial, y ello tendría que pasar por un acuerdo que lo permitiera.
Por una parte estarían las objeciones de EE.UU en cuanto a tener que
compartir su estrategia política de dominio y por otro la
propia China a quien le afectaría por sus elevados depósitos en dólares que devaluaría.
Pero permitiría, al conseguir desapalancar la deuda en, al menos
un 50 %, estabilizar la morosidad y reactivar el empleo, además de sacar a circular los depósitos en manos minoritarias, con lo que volvería a funcionar el sistema.
Posibilitaría que la población en países en vía de desarrollo pudiera acceder a las cotas de
bienestar posibles con el sistema en vigor al ir gradualmente mejorando la
forma de vida de millones de personas e ir igualándolas a las que hasta ahora alcanzo el 15% privilegiado.
Este por el contrario, debería adaptarse a mantener lo conseguido aunque esto
supusiera mantener el status quo sin avances significativos.
Hasta ahora nos daba igual la
pobreza y miseria de la mayor parte de la población, solo nos hemos preocupado de nuestro acomodo, no nos habíamos planteado que en un mundo común no es posible mantener una desigualdad tan
manifiesta.
Resulta hiriente y debiera
hacernos pensar que solo nos hemos dado cuenta cuando nuestra posición privilegiada se resiente y comprobamos que necesitamos
mejorar su nivel de vida por propia conveniencia.
Hace unos años, comentando con cierta persona considerada
progresista, que como era posible que Unicef llevara dos años pidiendo una inversión de treinta mil millones de dólares para acabar con el hambre infantil en zonas deprimidas y no se
le facilitaba un céntimo alegando la falta de
recursos y en cambio ante la quiebra financiera en EEUU, el presidente Buch había volado para ayudar a la banca con setecientos mil
millones de dólares.
La respuesta fue, " seamos sensatos,
hablemos de cosas seria, estamos hablando de economía." Ante tal insensibilidad pensé que el mundo había llegado a su nivel más bajo de podredumbre.
Posibilitar el crecimiento en
dichos países, en conjunto daría tiempo a plantearnos a qué tipo de sociedad futura aspiramos, permitiendo ir
introduciendo los cambios necesarios, pues la actual nos guste o no tiene fecha
de caducidad.
Muy buenas tus reflexiones y tus explicaciones. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
No encuentro el capítulo 2
ResponderEliminarTienes que pulsar, a la derecha en año 2012 y en desplegable mes diciembre lo encontraras.
EliminarSaludos y gracias por leerme.
que podemos hacer los simples mortales para sobrevivir a esta situación económica. Ese debería ser el próximo artículo. Está muy bien pensar que todos los países del mundo se pondrán de acuerdo para arreglarlo todo y que decidirán salvar a los ciudadanos, pero es sencillamente imposible. Que hacemos entonces?,
ResponderEliminarMientras no se recupere el dinero muerto en paraisas fiscales esto no se arregla, mientras no se recuperen las industrias eclipsadas , esto no se arregla, mientras no se castigue a los culpables , en vez de ayudarles , esto no se arregla mientras.... No exista un control de todo exhaustivo, esto no se arregla.. mientras... no tengamos pesetas en vez de euros y etc etc, esto no se arregla.
ResponderEliminarhttp://www.antoniolarrosa.com
Gracias por el análisis. Muy interesante.
ResponderEliminarDe nuevo le agradezco, primero su tiempo y esfuerzo, lo segundo su intento por aportar soluciones para cambiar este mundo egoísta que nos hemos construido. Personas como usted son las que nos hacen ver que no estamos solos en esta lucha, que merece la pena intentarlo, que aún hay personas que se preocupan por sus semejantes e invirten su tiempo para lograrlo. Sus reflexiones van más allá de lo económico aunque muchos no lo aprecien, yo sí. Saludos. Parenqueyomebajoaqui
ResponderEliminarIgual que otro comentario, anterior: dónde está el capítulo 2.
ResponderEliminarJaime Velázquez
Tienes que desplegar, pulsando sobre año 2012 y en mes diciembre lo encontraras. Gracias por leerme.
ResponderEliminarMuy interesantes tus tres artículos. Me gustaría preguntarte algo por si lo tienes en algún artículo ¿Por qué ahora se realizan comentarios en los medios sobre la insistencia en las exportaciones para sobrevivir empresarialmente? ¿Por qué no valoran el mercado interno para alzarnos a nosotros mismos? Da la sensación que nos está conquistando la Europa del Norte con una megaley de deshaucios a lo bestia. Eso sí, quienes nos han vendido están con el bote lleno de tesoros para la perpetuidad de sus generaciones.
ResponderEliminarDación http://salvador-navarro.blogspot.com.es/2013/03/dacion.html
ResponderEliminarFraesna eres un crack. En tu blog he encontrado algo que hecho de menos. Un poco de pedagogía sobre lo que está pasando. Por supuesto estoy de acuerdo con tus opiniones y comparto el optimismo de que esto tiene solución. ¿estamos dispuestos a pagar los costes?. Si queda un poco de inteligencia, de esa que intentan quitarnos, creo que sí.
ResponderEliminarAhora, a algunos nos han quitado el trabajo; a otros el piso; a algunos la vida. A todos nos quieren quitar la dignidad, pero no se dan cuenta que, sin quererlo, nos están dando algo. El espíritu de la revolución.
Sólo un pequeño comentario a un artículo que me parece muy interesante:
ResponderEliminarCuando se habla de "cubrir estrictamente los depósitos bancarios de clientes e impositores, dejando al riesgo y ventura de los accionistas los resultados de su gestión, como se hace en cualquier actividad mercantil" no debemos olvidar que hay miles de accionistas forzosos reconvertidos por los bancos de manera fraudulenta y engañosa.
¿Serían riesgos colaterales? Yo creo que la cosa es muy complicada.
Interesante la reflexión que planteas
ResponderEliminarParece que por fin va a ocurrir lo que promulgas y es que se "deje caer" a los bancos en vez de rescatarlos. Es la solución propuesta para Chipre y mira la que se está liando
Se le suele olvidar a la mayoría que uno de los acreedores principales de los bancos son los depositantes, los sufridos ahorradores. Si el banco no puede hacer frente a sus deudas los acreedores no pueden cobrar, o en todo o en parte, y entre ellos están los depositantes
Esta crisis traerá cosas positivas y aprendizajes para el futuro. Por ejemplo, se acabaron los tiempos de depositar tu dinero sin estar al tanto de las actividades de tu banco. Necesitamos ser más responsables de nuestro dinero y ahorro porque no habrá gobierno ni estado que lo haga mejor que tú
Por otro lado espero que la conclusión que saquemos es que la crisis se originó por decisiones políticas y no por errores del mercado. Los bancos chipriotas y todos los del mundo acumulan pasivos mucho mayores que los PIB de sus países porque la ley y los bancos centrales (todo ello público) no solo se lo permiten sino que lo fomentan, entre otras cosas para comprar deuda pública. Si la ley obligase a los bancos a mantener el 100% de los depósitos en caja y prestar solo su capital o aquellos depósitos con autorización del depositante se acaban las burbujas de crédito y sus indeseables consecuencias
Sr. Muy buenos apuntes asi deberían de hacer el Gobierno, un saludo y muy buenas expresiones,siga usted adelante asi y que copiemos todos los Españoles y propia mente el Gobierno.
ResponderEliminarCómo Destruyeron Glass Steagall
ResponderEliminar¿Vas a aceptar recortes y mas recortes, mientras instituciones financieras reciben rescate tras rescate? Es el momento de luchar para detener la dictadura financiera, y romper el poder de los especuladores con ley Glass Steagall. No vamos a pagar las deudas ficticias del sistema especulativo con vidas humanas. El movimiento internacional del economista Lyndon LaRouche lidera la campaña para regresar al estándar Glass-Steagall del presidente estadounidense Franklin Roosevelt. Esta es la única manera de acabar con el cáncer especulativo, y así poder realizar un programa de recuperación para evitar la destrucción total de la economía española
http://www.youtube.com/watch?v=hnj2euffjhc
LA MONEDA DEL BILLON DE DOLARES
ResponderEliminarUna ley permite una triquiñuela legal para evitar que el Congreso lleve a EEUU al borde de la suspensión de pagos en febrero
La deuda de Estados Unidos superó en diciembre el máximo permitido y sigue sumando números rojos por encima de los 16,4 billones de dólares (12,6 billones de euros). El Tesoro aún no ha suspendido pagos por una triquiñuela contable, pero estará obligado a hacerlo si el dividido Congreso no pacta para subir el techo legal en febrero. La solución, al menos en teoría, puede estar en una moneda. Una que valga, por ejemplo, un billón de dólares (unos 770.000 millones de euros) para pagar parte de las deudas y alejarse del máximo por un tiempo. La Reserva Federal es la encargada de imprimir dinero, pero, según la ley, el secretario del Tesoro puede "de vez en cuando" acuñar monedas de platino con la denominación que considere apropiada. Este diciembre, el analista Chris Krueger, del Washington Research Group, sugirió. "Es la opción más legal", explicaba. "El presidente puede depositar las monedas en la Reserva Federal, que las puede transferir después al Tesoro para que pueda pagar sus cuentas y así evitar la suspensión de pagos". Aunque la opción es posible y legal, también destacaba que "como poco, los efectos en los mercados de divisas y en la inflación no están claros". A favor y en contra, tras el drama para evitar la subida de impuestos masiva y retrasar dos meses los recortes, la publicación 'Business Insider' ha retomado este mes la idea, que ya tiene su propia petición ante la Casa Blanca y ha llegado al Congreso, donde varios republicanos están intentando impulsar una legislación para prohibir esta opción inédita en el mundo desarrollado moderno.
Paul Krugman también apoya esta opción en un caso extremo. El presidente "tendrá que elegir entre dos alternativas: una que es absurda, pero benigna; la otra que es igual de absurda, pero maligna y desastrosa. La decisión debería ser obvia", escribe Krugman. Phillip Diehl, que fue director de la Casa de la Moneda de EEUU, asegura que la opción es legal y no ve que pueda tener efectos económicos adversos. "Esto funciona como si fuera dinero extra de impuestos o pedir prestado más con un techo de deuda más alto. De hecho, cuando el techo se suba, el Tesoro vendería más bonos, el billón de dólares se quitaría de las cuentas y la moneda se fundiría", dice a 'Business Insider', abanderado de esta campaña. El debate se está acelerando mientras la próxima crisis fiscal se acerca. El Tesoro ya está cogiendo dinero prestado de los fondos públicos de pensiones para poder pagar sus deudas por encima del techo legal y calcula que no podrá seguir haciéndolo más allá del 15 de febrero. El techo de deuda es una creación de 1917 que pretendía facilitar el uso de los fondos públicos en la Primera Guerra Mundial en lugar de depender de que el Congreso autorizara cada emisión de deuda. Entre 1960 y agosto de 2011, este umbral se ha elevado 78 veces, 49 con presidentes republicanos y 29 con demócratas. La tensión de 2011, a punto de la suspensión de pagos, no es una excepción. En 2002, el acuerdo no llegó hasta después de que el Tesoro hubiera agotado sus triquiñuelas contables. En 1977, el Estado declaró la suspensión de pagos durante unas horas.
This is cool!
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