¿Por qué no fluye el crédito?
La deuda generada con ingeniería bancaria fagocita
cualquier posibilidad de crecer.
Toda la liquidez que inunda Europa con las políticas
del BCE se queda en los bancos, que se mantienen vivos artificialmente.
Un problema de 600.000 millones de euros en Europa y
que algunos estiman en más de un billón. En una banca que supera el 300% del
PIB de la eurozona. Entrar en uniones bancarias, ha sido una huida hacia
adelante, incrementando riesgos a costa de todos, para salvarse unos cuantos.
¿Qué pasa con los préstamos?
Piensen en un banco pidiendo a otros bancos préstamos,
porque, agotados sus recursos, tienen una demanda exagerada de ellos, en la
época del boom, sin evaluar a quien conceden financiación y cuando llega la recesión, sus deudores no
pueden pagar. Al banco le sale a cuenta refinanciar el crédito, porque anotar
en sus cuentas la pérdida por impago es demasiado duro, y por lo tanto espera
para que mejoren las cosas.
¿Qué ocurre? Que las cosas no mejoran, sino que
empeoran. Pero como los tipos son bajos y siguen bajando, al banco le viene
mejor, de nuevo, refinanciar. La bola se va haciendo mayor. Y cuando pasan seis
años de crisis, con todos aguantando la respiración para ver si el año que viene
crecemos, ocurren cuatro cosas:
- El índice de morosidad de la banca se dispara
y, además, se disfraza. En España, es del 10,7% a pesar, y mirando hacia otro
lado con el banco malo (Sareb), engendro financiero donde depositar basura,
maquillando balances. En Europa, también sigue creciendo.
- El balance de la banca no mejora; de hecho,
empeora. Según Eurostat, tiene demasiada deuda y caja libre negativa. España es
el tercer país de Europa con peor capacidad de repago de deuda.
- Como el balance se deteriora y la calidad de la
cartera de crédito empeora a medida que crecen esos préstamos, los bancos no
pueden prestar a la economía real, a empresas y familias.
- Entonces, para rematar, como los tipos de interés
siguen bajando, los bancos buscan rentabilidad y “seguridad” inundando
sus carteras de… deuda soberana, para ello el BCE se encarga, haciendo de
lobby bancario de facilitarles liquidez a un interés bajo.
En síntesis, los bancos intentan ganar tiempo, con diferencial de
beneficios asegurado, sin riesgo, ya que están avalados por los propios
Estados, pero su deterioro es de tal magnitud que no les permite limpiar a
fondo sus balances, mientras los estados se endeudan más y el riesgo aumenta en
el sector financiero. Mientras, siguen sufriendo los empresarios y familias.
La asfixia crediticia genera la quiebra y cierre de empresas y el
incremento astronómico del paro, distrayendo la atención sobre el verdadero
problema, los propios bancos, que consiguen
mantenerse vivos artificialmente, auto refinanciándose año tras año, esperando
que venga un milagro.
Por eso bajar, por parte del BCE, del 0,75% al 0,5%, o
al 0%, no hace nada, si solo se permite el acceso a los bancos.
Bajar tipos a los bancos, permitiéndoles el juego de
intermediar en la compra de deuda soberana perpetúa modelos insolventes porque
sale más barato que limpiar sus balances
Los bancos no pueden solucionar el problema de su baja
capitalización, y el excesivo endeudamiento derivado de prácticas de ingeniería
financiera basadas en la especulación y juego de casino en la que llevan
inmersos, que les ha llevado a una deuda virtual impagable, sustentada en
juegos malabares contables, por lo que,
a través de ellos no puede fluir el crédito a las familias y a las pymes,
siendo imposible mejorar ni reactivar la economía real.
El mismo Banco de España calcula, todavía, unos
160.000 millones de créditos,
solo en el sector inmobiliario, “refinanciados” que esconden préstamos de
difícil pago, es decir, posible morosidad oculta. La realidad no es
conocida ni por la propia banca, ante la maraña encubierta de titulizaciones,
derivados y hedge fund amparados en paraísos fiscales.
La punta del iceberg
La recientes ampliaciones de capital de Deutsche Bank
y Commerzbank, la emisión de moneda en EE.UU y Japón, nos muestra que es un
problema, no solo europeo, sino a nivel mundial, con especial, para nosotros,
sesgo español. Es la imposibilidad de la banca de mejorar su capitalización a
través de su negocio.
A título de ejemplo, JP Morgan y Goldman, se permiten
indicar que la banca europea necesita al menos 34.000 millones de euros en ampliaciones
(emisión acciones) solo para alcanzar un raquítico 9% de capital de calidad (core);
es decir, llegar a 95.000 millones de euros, si incluimos las posiciones en
derivados. Europa, hoy, es el que oculta la dimensión del verdadero problema
sistémico, al desviar el centro de atención, de forma prioritaria hacia ella.
Que no se debía hacer
No se soluciona introduciendo más relajación de las regulaciones
(Basilea III). Ni escondiendo y mirando hacia otro lado con uniones bancarias,
para crear un FROB europeo en el que nadie sabe qué es lo que hay en las
cuentas. Además, la unión bancaria es un proceso que llevaría a años de
negociaciones, burocracia y de análisis, ya que pocos en el sector
financiero se fían de lo que tienen los bancos en sus balances, prueba de
ello es la cerril oposición alemana a acortar plazos.
Mientras tanto, empresas y familias ahogándose, sin
añadir que la unión bancaria y los rescates que conllevaría el deterioro
paulatino, suponen más recortes y más presión sobre la economía, ya que se hace
a costa de los estados y sus ciudadanos.
Se nos plantean interrogantes, a pesar de la
publicidad y marketing intentando redirigirnos a la necesidad de salvar
entidades, que nos hacen pensar a todos. ¿Para
qué tenemos bancos? ¿Para qué hemos gastado centenares de miles de millones en
rescatarlos? ¿Por qué no pueden quebrar los bancos donde es más costoso
mantenerlos que dejarlos caer? ¿A quién estamos cubriendo y salvando realmente?
¿No sería más viable garantizar, por parte del Estado a los depositantes, que
cubrir los negocios fraudulentos fallidos por la codicia y falta de prudencia
bancaria?
Los bancos españoles, que no están prestando a pymes y
familias, solo son
máquinas de comprar bonos del estado, consiguiendo beneficios, para ellos, a
costa de todos y con el riesgo de todos, no cumpliendo su función esencial de
servir para financiar la economía.
Lo que nuestros políticos europeos quieren es que se siga sosteniendo a las
entidades quebradas con dinero gratis del BCE, que es deuda que pagamos con
impuestos y recortes, y que, además, este organismo preste porque esas mismas
entidades son incapaces de solucionar su balance.
Cómo solucionarlo
Las ampliaciones de capital, pero ojo, a nivel
privado, son esenciales, y que se hagan rápido, pero de manera ordenada. Hay
que evitar otro Chipre y aprovechar esa enorme liquidez para ser más
valientes que Deutsche Bank o Santander, los líderes en aprovechar el
entorno de apetito de riesgo para recapitalizarse.
Hay que desbancarizar. Eso no se consigue
manteniendo los sectores en quiebra ni con recortes represivos. Mientras, el
BCE debe actuar como prestamista de último recurso y, por un lado, comprar
directamente deuda soberana aun tipo de interés próximo a cero, y por otro
facilitar planes de crecimiento prestando a banca pública, creada ad hoc.
No hay mejor plan de estímulo que recapitalizar la
banca, hoy pública, haciendo que llegue financiación a la economía real. ¿Es más cómodo esperar a que
escampe y si salta todo que lo paguen los ciudadanos? Claro. Pero no lo podemos
permitir.
Si no se ataca el problema de los bancos
depredadores de liquidez, nada cambiará. Los incentivos perversos de dar la
patada hacia delante son los mismos. Lo gracioso es que nos dicen que es por
nuestro bien.
¿POR QUÉ NO SE NACIONALIZA UNA PARTE DE LA BANCA?
ResponderEliminarEl desempleo es el resultado de una dinámica atroz en nuestro sistema por la que el dinero no se mueve: no hay inversión ni crédito. Y esto no se debe a que no haya dinero: en el año 2000, los activos del BCE (esto es, la masa monetaria) equivalían al 7% del PIB de la zona euro. Hoy, exceden el 20%.
Pero el flujo del dinero en España es en los últimos meses aberrante: el dinero que el BCE imprime (esto es una simplificación) se presta a los bancos europeos a bajos tipos de interés. Estos financian mayoritariamente la deuda pública del Gobierno, que, a su vez, utiliza la mayor parte del importe de las emisiones de deuda colocadas para repagar bonos y letras que se emitieron incluso hace veinte años. Dicha deuda está en manos de otras (o las mismas) entidades financieras que finalmente depositan los fondos que reciben del Gobierno de vuelta en el BCE o simplemente acumulan liquidez.
Al final, no hay crédito y las empresas (especialmente las pymes) no crean empleo. Ninguna institución financiera está dispuesta a financiar proyectos arriesgados de inversión cuando en su lugar se puede invertir en bonos españoles que rinden un cuatro por ciento anual y que básicamente no tienen ningún riesgo porque están garantizados por... Alemania (pensad cobertura euro).
¿Por qué no se nacionaliza una parte del sistema bancario? A los banqueros les gusta pensar que la razón por la que no hay crédito en España es porque no hay demanda de crédito. En España con diferencia respecto a otros países europeos, la razón por la que no hay crédito es la falta de oferta, no la falta de demanda.
Es decir, los bancos no están dispuestos a facilitar el crédito. Hay varias razones para ello: la burbuja inmobiliaria; los requisitos de capital de Basilea III; las facilidades del BCE para depositar dinero; y que la deuda soberana es una inversión mejor en términos de rentabilidad por riesgo. Nacionalizar el sistema bancario, parece razonable aunque suena a medida comunista casi. Pues las voces más altas en favor de nacionalizar el sistema bancario han venido en Europa de? Gran Bretaña.
Se dirá que parte del sistema financiero español ya está nacionalizado. Pero no es así: hemos nacionalizado las pérdidas de los bancos, pero no el modelo de negocio. Si los bancos no quieren dar crédito, habrá que imponérselo.
Necesitamos instituciones financieras que estén gestionadas por y para el cliente, y eso en nuestra cultura solamente se puede hacer bajo control estatal. El único banco holandés que no sufrió los efectos de la crisis financiera es Rabobank, en la cima de cuya compleja estructura de propiedad están los propios clientes.
Actualmente, la iniciativa privada sería incapaz de organizarse para crear una institución similar. Ahora, un banco público no quiere decir un banco gestionado por políticos.
Muy buen análisis...
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